El creciente interés de los consumidores por soluciones de movilidad que sean más ecológicas y económicas, ha hecho que proliferen muchas compañías ofreciendo servicios de movilidad compartida. Seguramente todos conocemos empresas como Car2Go, Uber, BlaBlaCar, etc. Pero, ¿ofrecen todos los mismos servicios? Sabemos que no, pero existe una gran confusión, incluso en los medios especializados, a la hora de definir los diferentes tipos de movilidad compartida.
Nuestros abuelos ya hacían Carsharing
Coche compartido, carpooling, vehículos VTC… Ninguno de estos conceptos son realmente nuevos, pero las nuevas tecnologías (internet y el smartphone sobre todo) han servido para darles un nuevo giro. Ahora se presentan como novedosas e ingeniosas soluciones, propias de la “economía colaborativa” que los millennials han puesto de moda. Pero lo cierto es que nuestros abuelos ya se prestaban el coche, compartían sus viajes con otras personas, y alquilaban vehículos o contrataban los servicios de un chófer. La verdad es que son hábitos que se remontan en la historia a antes de la invención del automóvil, cuando se reservaba el compartimento entero de un tren o se compartían carruajes para ir del campo a la ciudad.
El primer sistema de coches compartidos surge en Zurich en 1948
Ya con el automóvil por nuestras calles, empezaron a surgir los primeros servicios en torno a ellos. Y parece que los europeos fueron pioneros en ello. Se sabe que las primeras compañías de alquiler se remontan a 1896 en Alemania; la empresa Sixt por ejemplo fue fundada en torno a 1912. En torno a 1920 ya era habitual en el país germano apuntarse en paradas de bus y oficinas de correos si tenías que hacer un viaje y alguien podía llevarte en su vehículo. El primer sistema de coches compartidos surge en Zurich en 1948, y el primero para compartir bicicletas data de 1965 en Ámsterdam.
Ya sería con el cambio de siglo cuando llegarían las “innovaciones” que conocemos hoy. Zipcar fue pionera con su sistema de alquiler de coches por minutos, lo que hoy conocemos como carsharing. Pero pronto le seguirían otras compañías e incluso algunos fabricantes de automóviles, que veían así una nueva salida a sus vehículos. Toyota por ejemplo, ha ido un paso más allá con YUKO, su servicio de carsharing corporativo, y con modelos diseñados específicamente para ello, como el i-Road. En paralelo, empresas como Amovens o Blablacar ofrecían una plataforma online para poner en contacto a viajeros con el mismo destino, y otras como Uber o Cabify hacían lo mismo con conductores profesionales y sus clientes. El resto de la historia, ya la conocemos.
La movilidad como un servicio personalizado
Y en el panorama actual en el que nos encontramos, se barajan varios conceptos que debemos tener claro para entender cada modalidad de transporte. Todos ellos son fruto del cambio cultural que estamos viviendo actualmente, consecuencia de un estilo de vida más frenético y acelerado exponencialmente por la proliferación de las nuevas tecnologías. Es esta aceleración la que nos ha llevado a buscar servicios más personalizados y a la carta, lo que a la hora de viajar y desplazarnos se ha traducido en el "Mobility on Demand" o "Movilidad bajo Demanda".
Los usuarios buscamos servicios de transporte más personalizados y a la carta
La Movilidad bajo Demanda funciona, conceptualmente, como las plataformas de televisión a la carta o en streaming (lo que se llama precisamente Video on Demand). Podemos ver una película de taquilla previo pago o una serie que ya esté incluida en nuestra suscripción mensual. La clave aquí es que vemos el contenido que queremos en el momento que nosotros decidimos. Con la Movilidad bajo Demanda ocurre igual; surge como una necesidad de adaptar las formas de transporte a nuestros propios horarios, y no nuestros horarios a los del transporte (como ocurre cuando cogemos el metro o un autobús de línea).
Y no solamente horarios, sino también rutas, pues las preestablecidas puede ser que no se ajusten a lo que realmente necesitamos. Es un problema muy frecuente en zonas desatendidas por el transporte público, como áreas industriales, barrios residenciales y zonas rurales, donde el transporte público colectivo es poco viable económicamente por la baja demanda. Es así como nace el "Micro-transit" o "Micro-transporte", sistemas de transporte individual o de baja ocupación que actúan como complemento a las líneas tradicionales. Puede ser un taxi o puede ser un servicio de shuttle online como Shotl.
Surge la necesidad de adaptar las formas de transporte a nuestros horarios
Todas estas formas de transporte (y muchas otras) suponen alternativas al coche particular, esto es, al vehículo privado en propiedad. O dicho de otro modo, frente a un modelo de tener una forma de transporte en propiedad, se impone uno de servicios de transporte. Es lo que se conoce como "MaaS" o "Mobility as a Service" ("Movilidad como Servicio"), un concepto que tampoco es nada novedoso, pero que las nuevas tecnologías han potenciado en los últimos años. En definitiva, entender la movilidad como un servicio personalizado al máximo (ruta, horario, vehículo e incluso sexo del conductor) para cubrir nuestras necesidades concretas.
La nueva movilidad, con el diccionario en la mano
Aunque como hemos dicho Europa fue el lugar donde surgieron las primeras iniciativas, muchas empresas y servicios que conocemos hoy nacieron en gran parte en Estados Unidos. Es por ello por lo que muchos de estos conceptos son conocidos con términos en lengua inglesa. Y es ese el motivo -en parte- por lo que existe una cierta confusión a la hora de usar uno u otro nombre. Sin pretender dar lecciones de filología, vamos a repasar el significado de algunas palabras que se usan frecuentemente para estos servicios:
- Car: "Coche". Poco más podemos añadir.
- Sharing: Del verbo "Share", "Compartir".
- Pooling: Del verbo "Pool", que entre otros significados tiene también el de "Compartir", pero en el sentido de poner un recurso propio a disposición de otros.
- Ride: Otro término con muchos significados, pero en este contexto se puede traducir como sustantivo en "Trayecto", o como verbo en "Montarse en un vehículo".
- Hail: "Llamar" o "Saludar". "Hail a taxi" significa "Llamar o parar un taxi", con el típico gesto de alzar la mano.
Estos términos son los más utilizados para denominar a las nuevas formas de movilidad actuales. Aquí influye mucho las técnicas de marketing de las compañías, que buscan juegos de palabras para sus propios nombres y usan los distintos términos para un servicio u otro. Y eso no juega en favor del público, que sigue sin tener del todo claro cuándo una cosa es compartida o qué es lo que se comparte. Vamos a repasar a continuación el significado que habitualmente se le da a cada término.
Carsharing
Literalmente, "Compartir coche", aunque también le llamamos "Coche compartido". En este caso, el coche es propiedad de una empresa, que los alquila. Como este alquiler puede ser por horas o incluso minutos, un mismo coche puede ser “compartido” por varias personas a lo largo de la misma jornada. La gran ventaja en este caso es que el coche se aprovecha al máximo durante el día, sin que quede estacionado y desaprovechado durante mucho tiempo. Son empresas de carsharing YUKO, Car2Go, Emov o Zity.
Carpooling
Literalmente, "Aportar" o "Compartir coche" (el de cada uno). En este caso el vehículo es particular, y su conductor (no profesional) pone a disposición las plazas libres para aquellos que vayan a realizar el mismo recorrido o uno similar. A diferencia del Carsharing, eminentemente urbano, se usa más para viajes y trayectos interurbanos, aunque también se usa en trayectos dentro de una gran ciudad. De hecho, el origen del Carpooling está en los compañeros de trabajo que cada día compartían coche y se turnaban para conducir. Plataformas de Carpooling son Amovens y BlaBlaCar.
Ride-hailing
Literalmente, "Solicitar" o "Llamar un trayecto". En este caso, el pasajero contrata un viaje en un vehículo con conductor. Al principio, estos conductores eran particulares que vivían en grandes ciudades y ponían sus trayectos habituales a disposición de los demás, como una suerte de Carpooling urbano. Con el tiempo, estos conductores se hicieron profesionales, con lo que el modelo derivó a servicios de vehículos con chófer.
En el Carpooling, un conductor no profesional pone a disposición sus plazas libres
En España estos conductores operan con licencia VTC (Vehículo de Transporte con Conductor), que tradicionalmente usaban servicios de limusinas y similares. De esta forma debemos distinguirlos de las plataformas de Ride-hailing, como Uber o Cabify, que solo hacen de intermediarios entre los viajeros y los conductores profesionales (o las empresas a las que estos pertenecen). Por eso a estas plataformas intermediarias también se las llaman Ridesourcing.
Ride-sharing
Literalmente, "Compartir trayecto". Lo que viene siendo compartir un taxi, pero con un VTC. Usuarios sin relación con nosotros pero similar trayecto podrán unirse al vehículo que hemos contratado y compartir así los gastos. Es una opción del Ride-hailing más económica y sostenible, pues permite aprovechar todas las plazas del vehículo. Por eso algunas plataformas de Ridesourcing lo relacionan intencionada pero equivocadamente con el Carpooling. Uber por ejemplo denomina UberPool a su opción de ride-sharing. Otro servicio similar es Lyft Shared.
Como vemos, son muchas las opciones de movilidad compartida que tenemos, y en ocasiones son matices los que las diferencian unas de otras. En cualquier caso, se trata de un sector muy cambiante, en el que las innovaciones están a la orden del día, y pequeños cambios van generando nuevas formas de movilidad. Por si no nos basta con las que hemos descrito arriba, ya podemos ir apuntando otras tantas: Ridesplitting (dividir un mismo trayecto entre varios viajeros), Roundtrip/One-Way Carsharing (con o sin devolución del vehículo en la oficina de alquiler), E-Hail Services (reservar online un taxi con antelación), Peer-to-peer Carsharing (prestar tu coche a otros particular mientras tú no lo usas), Real-time/Instant Ridesharing (sumarte a un trayecto que ya está en marcha), Personal-Vehicle Sharing (usar un coche particular)… ¿No queríamos sopa? Pues aquí tenemos varios tazones.
Imágenes | Toyota Hui | PxHere | Unsplash/Charles | Blablacar