Las ventas de Tesla llevan en caída libre desde principios de año: en Europa han bajado a la mitad y en países como Alemania, hasta casi un 80 %. También están a la baja en EEUU, desplomándose un cerca de un 11 % mes a mes desde el verano pasado.
Justo lo contrario está ocurriendo con los Tesla de segunda mano: marzo aún no ha acabado, pero este mes los Tesla usados ya han firmado su cifra más alta y van camino de hacer récord histórico. Los antes orgullosos dueños de un Tesla ahora los venden en masa por ser la marca de Elon Musk. Una tendencia que, de continuar, está bajando mucho el precio de los Tesla usados convirtiéndolos en auténticas gangas.
Máximo histórico de Teslas usados vendidos
Un coche no es como un teléfono móvil: cambiar uno relativamente nuevo no es algo habitual. Menos aún por causas ideológicas. Elon Musk lo ha conseguido: el rechazo a su marca de coches no solo se ha traducido en menos modelos vendidos en sus principales mercados, también ha llevado a muchos propietarios a deshacerse de sus Tesla.
Según datos Edmunds publicados por Reuters, uno de los principales portales web de compra-venta de coches de EEUU (participado por Carmax), los Tesla modelo 2017 o posterior han representado el 1,4 % de las transferencias de usados hasta el 15 de marzo. El año pasado en este periodo supusieron el 0,4 %, casi cuatro veces menos. En febrero su porcentaje fue asimismo elevado: se llevaron el 1,2 % del total de transferencias.
La cifra de estos días de marzo ya es la más alta de modelos de Tesla vendidos por particulares en dicho periodo de tiempo. Si continua esta tendencia, será récord histórico. Y desde Edmunds señalan que con los números actuales, es más que probable que sea así.
Teslas cada vez más baratos. Tal aluvión de coches de Tesla puestos a la venta por sus dueños está provocando que baje su precio, aunque no "de forma significativa". No obstante, dado el incremento de Teslas usados puestos a la venta serán pronto notables, según vaticina este portal.
Todo teniendo en cuenta que ya de por sí los coches eléctricos de devalúan más que los gasolina, y además lo hacen más rápido. Entre un 30 y un 40 % en un año, cuando el promedio de los gasolina ronda entre el 3 % y el 7 %, según el también portal de compra-venta iSeeCars. En junio del año pasado, los Tesla Model 3 tenían un precio medio 4.806 dólares más bajo que los BMW Serie 3 térmicos. Pasados tres años, pueden perder hasta la mitad de su valor, concluyó un reciente estudio de GANVAM.
El motivo principal es la batería, cuya tecnología ha avanzado mucho en poco tiempo en términos de autonomía y eficiencia energética, llevando a los eléctricos a una suerte de "obsolescencia acelerada".
Y no solo los propietarios se están deshaciendo a un ritmo más alto de sus Tesla: según Edmunds, el interés de los compradores por los Tesla nuevos cayó casi un 2 % en febrero, su nivel más bajo desde el máximo alcanzado en octubre. "La lealtad a la marca se está convirtiendo en un interrogante cada vez mayor".
"Llega un momento en que tienes que decidir con quién estás dispuesta a aliarte. Adiós, Tesla"
El principal motivo de esta avalancha de Teslas puestos a la venta es la repudia a Elon Musk, que está arrastrando al desastre a su valiosa marca de coches. Firma que lleva años dominando el mercado de eléctricos. Esta tendencia en realidad lleva meses pasando: "La gente vende sus Tesla, avergonzada incluso de conducirlos por asociarlos con él", señaló en septiembre Mario Natarelli, de la agencia de marca MBLM.
Un buen grueso de los compradores de Tesla son votantes demócratas y ecologistas convencidos. El giro político de Musk, que le ha llevado a tener cargo en el Gobierno de Donald Trump, y sus radicales discursos de odio no gusta a muchos antes fieles a Tesla.
I bought a Tesla because it was fast like a rocket ship. But now every time I drive it, I feel like a rolling billboard for a man dismantling our government and hurting people. So Tesla, you’re fired!
— Captain Mark Kelly (@CaptMarkKelly) March 14, 2025
New ride coming soon. pic.twitter.com/N4Anmsi6cH
El sudafricano ha mordido la mano que le daba de comer. "Hay muchos propietarios de un Tesla que no quieren darle más dinero a Elon. Cada vez hay más gente que está harta de él", argumentó Loren McDonald, director de la consultora de EVAdoption en Silicon Valley. Era dueño de un Tesla Model Y.
Más allá del ciudadano de a pie, también están haciendo lo propio políticos o personalidades. Por ejemplo Mark Kelly, senador demócrata por Arizona, el actor y director Jason Bateman o la cantante Sheryl Crow. "Mis padres siempre decían... uno es con quien se junta. Llega un momento en que tienes que decidir con quién estás dispuesta a aliarte. Adiós, Tesla", escribió Crow en un post de Instagram, acompañando un vídeo en el que se despide sonriente mientras una grúa se lleva su Tesla.
Movimientos como 'Tesla Takedown' precisamente promueve actuaciones pacíficas de protesta para dañar Elon Musk a través de su marca. Entre ellas, instar a los propietarios de sus coches a venderlos, así como por ejemplo las acciones de la marca, que han perdido más de un 24 % de su valor desde finales de año. La fortuna de Musk ha bajado en más de 100.000 millones de dólares en estos meses y el valor de Tesla a la mitad.
Miedo a que destrocen sus coches. Aunque no todos los que se deshacen de sus Tesla lo hacen solo por convicción, sino también por miedo a represalias: muchos coches de la marca se están vandalizando en la calle. Pero no todo el mundo puede deshacerse de un coche que ronda los 40.000 euros: hay quien lleva pegatinas en su Tesla Cybertruck con lemas como "por favor, no me hagas pintadas, conducir esta pick-up ya me hace parecer suficientemente estúpido" o en otros modelos mensajes del tipo "compré este coche antes de saber que Elon estaba loco".
Conductores de coches de Tesla reciben además insultos y vejaciones que no merecen. Sirve de ejemplo Jennifer Trebb: comenta al New York Times que cuando compró su Tesla se sentía parte de una revolución tecnológica, pero que ahora ha optado por venderlo porque "le da vergüenza conducirlo" y porque la "llamaron nazi en un aparcamiento".
Trebb es demócrata convencida y ha preferido malvender su Tesla Model Y: pagó casi 56.000 dólares por su SUV eléctrico, pero lo ha transferido por 32.000 dólares con poco más de 16.000 km recorridos.
El Gobierno de Trump ha puesto a trabajar la maquinaria para defender la marca y detener los actos violentos que califica de "terrorismo doméstico", pero Tesla seguirá sufriendo el daño reputacional que ha ocasionado Musk a su valiosa firma de coches. Tanto en EEUU como en Europa los compradores están optando por eléctricos de otras marcas pese a los jugosos descuentos que está aplicando Tesla para salvar la debacle.
Imágenes | Tesla
