
Hace diecisiete años, Jeremy Clarkson se subió al primer Tesla Roadster y lo puso a prueba en Top Gear, el programa de la BBC que lo catapultó a la fama. El resultado fue un análisis que, aunque incluía algunos elogios, acabó con una escena en la que el coche "se quedaba sin batería" y debía ser empujado hasta un enchufe. Elon Musk, entonces un joven empresario con grandes ambiciones, no encajó bien la "broma" y demandó a la BBC por difamación.
Hoy, casi dos décadas después, Clarkson celebra la derrota definitiva de Musk en los tribunales con su característico sarcasmo. "Diecisiete años después de que el simpático señor Musk me demandara, la victoria es mía", escribió en un mordaz artículo 'The Times'.
Un conflicto que se volvió personal
La historia entre Clarkson y Musk se remonta a 2008, cuando el presentador criticó el Tesla Roadster en Top Gear, asegurando que "no era fiable, era ridículamente caro y, como pesaba más que la mayoría, no se manejaba bien". A lo largo del episodio, el coche aparecía detenido tras haber recorrido apenas 80 km, insinuando que su autonomía real era muy inferior a la anunciada por Tesla.
La BBC admitió después que la escena no era del todo real, sino que formaba parte del habitual tono humorístico del programa. Sin embargo, Musk no lo vio así y emprendió acciones legales contra ellos.
Clarkson, conocido por su amor por los coches de combustión y su escepticismo hacia los eléctricos, recuerda cómo el CEO de Tesla se tomó la crítica como un ataque personal. "Musk se enfadó mucho y nos demandó por difamación, alegando que yo tenía problemas con los coches eléctricos y que había escrito el artículo antes incluso de haber puesto un pie en el coche". Este es uno de los vídeos que aún se puede ver en YouTube:
El magnate perdió la demanda en 2013 y también la apelación, pero el resentimiento nunca desapareció. "Todavía afirma que fui parcial y que fingimos que su coche se había averiado cuando no lo había hecho. Aunque sí lo había hecho", insiste Clarkson.
El declive de Tesla y la revancha de Clarkson
El contexto actual no podría ser peor para Tesla. En los últimos meses, la marca ha sufrido un desplome de ventas y un descenso en su valor bursátil de 1,7 billones de dólares a 800.000 millones.
Además, sus coches han sido vandalizados en distintos puntos del mundo, desde concesionarios en Belfast hasta calles de Alemania y Las Vegas. Clarkson se regodea en esta situación y apunta directamente a la caída de la popularidad de Musk: "Lo que lo hace tan jugoso es que está siendo picoteado hasta la muerte por las mismas personas que lo pusieron en el pedestal en primer lugar. Los hippies ecológicos".
El presentador también ironiza en su artículo sobre cómo la opinión pública ha cambiado en torno a Musk. "Para ellos era un héroe, y a mí me odiaban por haber sido tan grosero con su temprana incursión en el mercado automovilístico. ¿Cómo pude ser tan desagradable con ese amable y filantrópico señor Musk?", se burla en 'The Times'.
A pesar del desenlace judicial, Tesla sigue siendo una de las marcas de coches eléctricos más influyentes del mundo. Sin embargo, Clarkson deja claro que nunca confió en su éxito a largo plazo.
"Os advertí hace 17 años que nada bueno saldría de vuestra elección de compra. Pero no me escuchasteis. Elegisteis creer al Sr. Musk". Clarkson ha ganado la batalla, pero la guerra entre petrolheads y coches eléctricos parece seguir más viva que nunca.
Imágenes | Top Gear, BBC, Motorpasión