Las cifras de ventas no auguran un futuro muy prometedor para los sedanes y berlinas. Y sin embargo, fabricantes como Toyota siguen apostando por este segmento con vehículos como el Corolla Sedan Electric Hybrid o el Camry Electric Hybrid, ambos disponibles en el mercado español únicamente en versión híbrida eléctrica
Pero también abraza el futuro de la movilidad con una visión personal que traslada al Mirai o el Prius Plug-in. Veamos los motivos por los que el mercado va a recibir con los brazos abiertos el retorno de estos hijos pródigos.
Berlinas y sedanes, papel menor en el mercado actual
Acabamos de cerra el 2020, un año que podría apuntar a la desaparición de la berlina y el sedán como categorías de relevancia en el sector automovilístico global. Su declive empezó en torno al 2000, cuando acaparaban en torno al 15 % del mercado (según datos de JATO Dynamics). Por aquel entonces, una nueva categoría de vehículo familiar estaba en plena pujanza: el monovolumen. Este prometía una cantidad de espacio para pasajeros y equipaje que ni las más grandes berlinas podían ofrecer.
Desde entonces, los vehículos de tres volúmenes han ido perdiendo cuota de mercado entre el 4 % y el 10 % anual, aunque lo peor de la tormenta estaría por venir. El huracán SUV llegaría para arrasar, siendo precisamente su primera víctima el monovolumen, hoy prácticamente inexistente. La berlina aún conserva el 2,5 % de las ventas, mientras que el SUV puede terminar la década acaparando el 40 % en Europa.
Ni siquiera China, el gran comprador de berlinas y sedanes del mundo, es ya terreno seguro para para la categoría. En 2019 supusieron el 25 % del mercado, pero con una caída del 6,8 % de las ventas. Por supuesto, ha tenido que ver la incertidumbre económica por las tensiones con Estados Unidos, que ha llevado a los consumidores chinos a retrasar sus compras (y ya se sabe que cuando el gigante asiático estornuda, el mundo se resfría). Pero también han influido los efectos del huracán SUV, que igualmente se han hecho notar en territorio chino.
Los motivos de este cambio de preferencias son, en la práctica, los mismos. El SUV proporciona a priori, si no más espacio, sí al menos más versatilidad para aprovecharlo. Además, y a diferencia del monovolumen, cuenta con una estética muy novedosa, con ciertas prestaciones de todoterreno y diseños más deportivos. La berlina y el sedán siguen siendo automóviles igualmente hermosos, pero siempre han cargado con cierta fama de coches “de señor mayor”.
Segmento D y E, un valor seguro que no defrauda
No obstante, esta fama ha sido precisamente una de las grandes bazas de los segmentos D y E para mantener su cuota de mercado. Y es que, en efecto, no hay vehículos más sobrios, elegantes y sofisticados, características por ejemplo imprescindibles en el mercado prémium y de lujo. El Toyota Camry nació del Celica precisamente para enfocarse a esta parcela, y con el mismo objetivo regresó a Europa el año pasado, en casi todos los mercados exclusivamente en versión Toyota Electric Hybrid..
De la misma manera, sedanes y berlinas siguen ofreciendo un gran nivel de confort y comodidad no solo para el conductor, sino también para el resto de pasajeros. Eso los hace una categoría predilecta para vehículos para instituciones, de representación y para servicios de chófer. Aunque es igual de atractivo para todos aquellos que, por trabajo o por placer, pasan muchas horas en la carretera y necesitan un vehículo confortable y agradable de conducir.
Las familias encontrarán también cubiertas sus necesidades de espacio. El SUV parece enorme al lado de una berlina o sedán, pero una carrocería con tres volúmenes permite delimitar mejor el espacio y aprovechar de manera más óptima el maletero. De media, un sedán puede ofrecer un 15 % más de espacio que su versión hatchback o compacta.
Un soplo de aire fresco para un mercado saturado de SUV
Así, pese a que por las cifras que se barajan podríamos pensar que la berlina y el sedán están en peligro de extinción, son sus grandes bazas las que nos convencen de lo contrario. Hoy el SUV reina en el asfalto, en parte por las prestaciones que ofrece y, por otro lado, por el soplo de aire fresco que ha supuesto para el público. Pero llegará un momento en que el brillo se apagará y al segmento de los todocaminos le tocará renovarse (algo que en parte ya está sucediendo).
Cuando eso ocurra, muchos de los compradores volverán a girar la cabeza hacia berlinas y sedanes. Volveremos a dejarnos seducir por los diseños elegantes, aquellos que nos permiten impresionar a nuestros clientes o fardar con nuestros amigos. No obstante, encontraremos una categoría que igualmente se ha renovado, con compactos convertidos en sedanes y deportivos convertidos en berlinas, espacio y comodidad para todos los bolsillos.
Aquí tenemos el ejemplo del Toyota Corolla Sedán, la versión de tres volúmenes y cuatro puertas del mítico modelo nipón. Una opción para los que necesiten más espacio de maletero y no quieran renunciar a las ventajas de este versátil compacto.
Los nuevos compradores se unirán a los que nunca se fueron. Y es que los sedanes y berlinas aún cuentan con una gran base de seguidores fieles que se mantienen ajenos a las modas del mercado. Hay países donde están muy enraizados en su cultura popular, protagonizando un sinfín de buenos recuerdos grabados en la memoria colectiva. Por ejemplo, el Toyota Camry es sinónimo de automovilismo, participando en las principales competiciones de gran turismo y stock cars del mundo.
Sedanes y berlinas, necesarios en la movilidad del futuro
Por supuesto, también hay razones “más terrenales” para que el mercado apueste por berlinas y sedanes. En el caso del Camry, ya dijimos que Toyota estaba apostando por los modelos globales, con la vista puesta en la eficiencia de sus plantas en todo el mundo. Pero no es solo que sean más baratos de producir que los SUV.
Al simplificar la cartera de productos, se obtienen economías de escala que permiten mejorar los equipamientos de serie (tanto de sistemas ADAS como de motorizaciones alternativas). Una tendencia que deberán adoptar todos los fabricantes como requisito imprescindible para garantizar la sostenibilidad del sector y de cara a afrontar los nuevos retos que se le presentan.
Estos retos están íntimamente relacionados con la necesaria reducción de emisiones contaminantes por parte del tráfico rodado. Se imponen vehículos impulsados con energías más limpias, donde cada kilómetro de autonomía ganado supone un éxito. En este contexto, los sedanes y berlinas se muestran muy eficientes, gracias al gran coeficiente aerodinámico que garantiza la forma de sus carrocerías.
Aquí el referente sigue siendo el Toyota Prius, con su diseño kammback en forma de gota de agua. Es un cinco puertas, pero con alma de sedán al recibir todas las virtudes de la categoría. Su gama se ha renovado recientemente con el Prius Plug-in, con sistema enchufable y dotado de paneles solares, algo que podría extenderse a otros modelos.
Con todos estos factores en conjunto, no es de extrañar que los taxistas (que de eficiencia al volante saben un rato) hayan apostado tradicionalmente por el Toyota Prius. También contamos el ejemplo del Toyota Mirai, la berlina de hidrógeno, que ya ha debutado en el servicio de taxis de grandes ciudades como París. Y el propio Camry, que ha llegado a Europa con la vista puesta en las flotas de VTC.
Los particulares verán cubiertas sus necesidades de espacio y confort con todas estas opciones, también con el Corolla Sedán. Como vemos, opciones para el 2021 no nos faltan.
