El control de velocidad de crucero inteligente (o ISA por sus siglas en inglés) va camino de convertirse en un asistente obligatorio, al igual que lo será el sistema de frenada autónoma de emergencia. La DGT ya lleva tiempo proponiendo que los vehículos se atengan obligatoriamente a los límites de velocidad, y parece que la Unión Europa piensa lo mismo.
Según publica la revista Forbes, un nuevo fallo del Parlamento Europeo podría hacer de esta tecnología un equipamiento obligatorio a partir de 2022.
La imposibilidad de pasarse de los límites marcados
Los miembros de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor del Parlamento Europeo están en plena fase de negociaciones para aprobar una serie de estándares de seguridad para vehículos, entre los que se encuentran la detección automática de peatones y ciclistas, y un nuevo estándar de visión directa para camiones y autobuses para eliminar los peligrosos puntos ciegos.
Los eurodiputados también votaron a favor de la instalación de dispositivos de control de velocidad inteligente en todos los vehículos nuevos a partir de 2022, algo que con probabilidad no apoyará la industria.
Europe making advances toward requiring speed governors in cars to limit top speeds. If approved (uncertain) it could have a big impact on traffic fatalities. https://t.co/G1uxquqKKe
— Streetsblog USA (@StreetsblogUSA) 28 de febrero de 2019
Claro que con las elecciones al Parlamento Europeo a la vuelta de la esquina, puede que no llegue a aprobarse.
Según explica la cabecera económica, los eurodiputados también han dado luz verde al requisito de que los vehículos motorizados estén equipados con 'cajas negras' de estilo aeronáutico, de forma que registren información crítica sobre el estado de un vehículo en los momentos previos a una colisión.
Este tipo de asistente a la conducción o control de velocidad crucero inteligente actúa automáticamente para ajustar la velocidad programada y es cada vez más habitual en los vehículos (Tesla, Ford, Lexus, Mercedes-Benz, Kia), sin embargo, aún ha de ser perfeccionado. El problema de estos lectores de señales es que en ocasiones detectan una señal paralela y consideran, por ejemplo, que la velocidad en una autopista es de 60 km/h.
Otro de los problemas es que puedes acabar saliendo de una autovía a trompicones al pasar por señales de deceleración.
Por otro lado, 40 países liderados por la Unión Europea y Japón han acordado que los coches nuevos y los vehículos comerciales ligeros lleven incorporado de serie el sistema de frenada automática de emergencia (Autonomous Emergency Barking o AEB) desde principios de 2020 en Japón y 2022 en la Unión Europea.
Estados Unidos, China y la India se quedan fuera de este nuevo reglamento, que se aplicará a bajas velocidades: 60 km/h o menos. Solo afectará a los vehículos nuevos vendidos en los países signatarios, por lo que no implica que los usuarios tengan que adaptar sus coches.