Es algo inaudito en un país en el que el coche es rey. El domingo 5 de enero, Nueva York puso en marcha su programa de peaje urbano para los automovilistas que deseen acceder a Manhattan. Es la primera ciudad en Estados Unidos que ha implementado un peaje urbano de acceso a la ciudad.
En concreto, quien entre a Manhattan al sur de Central Park en la llamada 'Congestion Relief Zone' deberá pagar 9 dólares al día (unos 8,70 euros). El objetivo de las autoridades de la ciudad es reducir la contaminación atmosférica en una de las áreas urbanas con más tráfico de EE.UU, donde los automovilistas pierden casi cuatro días al año en los atascos. Al mismo tiempo permitirá financiar el metro, recaudando 500 millones de dólares el primer año, criticado por ser caro (2,81 euros el trayecto) y estar anticuado.
El objetivo de Nueva York: menos coches y más metro
La puesta en marcha de este peaje urbano no ha sido sin controversias y acciones legales para impedir su implementación. Finalmente entró en vigor el domingo después de que el estado de Nueva Jersey fracasara el viernes pasado en su intento de convencer a un juez de que la suspendiera cautelarmente a la espera de que la corte de apelación dicte sentencia.
Y es que cientos de miles de personas entran a diario al sur de Manhattan desde Nueva Jersey para trabajar y quien lo hace en coche ya tenía que abonar el peaje de los túneles, como el del Lincoln Tunnel, y sus enormes colas en horas puntas.
La Autoridad de Transporte Metropolitano de Nueva York (MTA) explicó que el programa permitirá reducir en 80.000 vehículos diarios, aproximadamente un 11%, el tráfico del distrito más congestionado de Estados Unidos. Más de 700.000 vehículos entran diariamente al sur de Manhattan, lo que ralentiza el tráfico a unos 11 km/h de media. Esto es un 23% más lento que en 2010.
Su puesta en marcha, dos semanas antes de la investidura de Donald Trump, no es baladí. Cómo era de esperar, Trump, que tiene una residencia en Manhattan, se opone a la tasa y ha dicho que le gustaría acabar con él una vez que asuma el cargo. El congresista Mike Lawler también ha dicho que presentará una ley para denegar fondos federales a la MTA si sigue adelante con el plan.
Para la mayoría de los conductores de lunes a viernes y de cinco de la mañana hasta las 21h00, el peaje será de nueve dólares si pagan con un E-ZPass, el cual ya les sirve para los peajes de los túneles o puentes de acceso. El peaje será de 2,25 dólares los fines de semana y por las noches, de las 21h00 hasta las 5 de la mañana.
Las motos pagan la mitad que los coches, mientras que los camiones y los autobuses turísticos pagan 21,60 dólares en hora punta y 5,40 dólares por la noche. En cuanto a los taxis, se les cobra 0,75 dólares por viaje, mientras que los VTC pagarán 1,50 dólares por viaje.
Los residentes del sur de Manhattan no pagarán el peaje siempre y cuando no salgan de la zona en la que se aplica el peaje. Y aunque algunos millonarios de la zona se quejen de que no podrán usar el coche para recorrer unas pocas calles, como el magnate del inmobiliario Andrew Heiberger que no entiende que tendrá que pagar sino quiere caminar 20 minutos para ir a ver a sus hijos, cabe señalar que en el sur de Manhattan y alrededor de Central Park están los barrios más pudientes de la ciudad.
El peaje de Nueva York es inaudito en EE.UU, pero en Europa ciudades como Milán o Londres ya lo han implementado desde hace años. El ejemplo más antiguo es el de Londres, en marcha desde 2003, y el peaje es ahora de 15 libras (18 euros).
Así, la capital británica lleva 20 años aplicando este sistema y asegura que en 2022 se ha conseguido una reducción de la congestión del tráfico en un 30% y un aumento del uso del autobús en el centro de la ciudad en un 33%, incentivando también el uso de bicicletas.
Foto | Josh Hild y David Skyrius