Con Luca de Meo al frente de Renault y de su reestructuración, el devenir de Alpine estaba en el aire. Sin embargo, el nuevo CEO del grupo no quiere prescindir de Alpine.
Al contrario, una de las misiones de la nueva Alpine será la de hacer que los coches eléctricos sean “emocionantes y emocionales” convirtiendo la marca en una "mini Ferrari". Dicho de otro modo, Alpine tiene que conseguir que sus coches hagan soñar tanto al petrolhead como al que no lo es, y que una vez que se conduzcan, realmente sean generosos en sensaciones y repletos de tecnología.
Uno de los objetivos es conseguir que Alpine venda coches eléctricos, pero también que su aura se proyecte al resto de la movilidad eléctrica. Al final, tiene que convencer de rebote que un Renault Zoe, por ejemplo, no es un gadget que atrae a los fans de tecnología y a los ecologistas más acérrimos, sino que es una alternativa realista al Renault Clio.
PIVOT
En una entrevista con Autocar, Luce de Meo, explicó la visión que tiene para Alpine, más allá de cambiar el nombre al equipo de Formula 1 de Renault por el de Alpine, el máximo dirigente de Renault quiere llevar Alpine a lo más alto.
Teniendo al equipo de F1, el estudio de ingeniería de Renault Sport y Alpine, con su factoría de Dieppe que gira al 50%, y al mismo un grupo como Renault que no pasa por su mejor momento financiero, la tentación de cerrar todo eso es muy grande. Sin embargo, el ejecutivo italiano ha decidido todo lo contrario.
“Lo que vi fue la posibilidad de unir estas cosas y crear, si me permiten la licencia poética, un mini Ferrari, colocando la Fórmula 1 en el centro de un ecosistema empresarial", explicó a la publicación inglesa. La salvación de Alpine pasaría por convertirse en una marca aspiracional, mucho más de lo que es ahora.
Y es que solo cuenta con un "éxito de verano", el Alpine A110, cuya proudcción ha caído a la mitad tras su primer año y medio de vida comercial. Las versiones A110 S (292 CV),Légende GT y Color Edition no parecen suficientes para volver a crear interés.
Un plan producto similar al del Porsche 911
En cuanto a la supervivencia del A110, Luca de Meo considera que tiene futuro. Lo primero que quiere hacer es reorganizar su ciclo de vida comercial, para que sea algo al estilo del 911, con diferentes y marcadas versiones cada cierto tiempo. Habla incluso de convertir el A110 a la electricidad, si consiguen que los números cuadran. En ese sentido está incluso abierto a trabajar con un socio externo.
Al mismo tiempo, Luca de Meo no concibe Alpine sin su vinculación con Renault: “Probablemente encontraré una manera, como hice con Cupra, de que Alpine y Renault conecten, pero tenemos que ser creíbles con eso. Alpine es una excelente manera de proyectarnos hacia el futuro: una de las misiones es hacer que la experiencia del automóvil eléctrico sea emocionante y emocional”.
En todo caso, Luca de Meo tiene las cosas claras. Si al final Alpine no es rentable, no dudará en cerrarla. De hecho, ha dado a Cyril Abiteboul, patrón del equipo de F1 y nuevo máximo ejecutivo de Alpine la misión de que la marca encuentre el equilibrio financiero de aquí a tres o cuatro años. Ya no habla de que genere beneficios, no. De momento, se conformarían con que no perdiesen dinero con esa aventura.
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