Hace casi 30 años, Japón inauguró uno de sus proyectos de ingeniería más espectaculares: el Aqua-Line Bahía de Tokio, una carretera que conecta los dos extremos de la Bahía de Tokio a través de un puente, un túnel submarino y una isla artificial en pleno Océano Pacífico.
Esta isla se llama Umihotaru, conecta el puente con el túnel submarino y es el único área de descanso del mundo que se encuentra en medio del mar
A prueba de mareas, viento y terremotos
Durante mucho tiempo, cruzar la Bahía de Tokio, Japón, para moverse desde la Prefectura de Kanagawa hasta la Prefectura de Chiba (y viceversa) suponía conducir durante más de dos horas para recorrer más de 80 kilómetros bordeando la bahía. No había una forma más rápida de cruzar en coche, camión o moto y miles de personas deben recorrer este trayecto a diario, por lo que Japón se propuso acortarlo. ¿Cómo? Con la vía Aqua-Line Bahía de Tokio.
Se trata de una autopista que conecta los dos extremos de la bahía y que forma parte de una obra de ingeniería colosal. Se inauguró el 18 de diciembre de 1997, el proyecto tuvo un coste de 11.077 millones de dólares y para levantarlo hubo que hacer un puente, un área de descanso en una isla artificial sobre el Océano Pacífico, un túnel submarino y otra isla artificial para instalar el respiradero del túnel submarino, esta última llamada Torre del Viento.
Se necesitaron casi 10 años para acabar el proyecto y hubo que cumplir con una serie de requisitos para llevarlo a cabo, como la resistencia a las mareas, al viento y a los terremotos.
Se podría haber hecho un puente más largo y evitar la construcción del túnel submarino, pero el puerto de Tokio tiene mucha actividad y un enorme tráfico de barcos, por lo que un puente en ese lado de la bahía habría afectado demasiado al tráfico marítimo. La solución fue un túnel submarino que se sumerge hasta 60 metros en su punto más profundo.
La longitud total de esta autopista, que forma parte de la Ruta Nacional 409, es de 23,7 kilómetros, de los cuales, 15,1 km corresponden al túnel submarino y al puente. Para circular por esta carretera hay que pagar un peaje, pero reduce a menos de la mitad el tiempo que hace falta para cruzar la bahía de un extremo a otro.
La isla artificial de Umihotaru sirve para conectar el puente con el túnel y también es un área de descanso que cuenta con área comercial, servicios de restauración y un enorme aparcamiento, a pesar de que es una isla muy pequeña. También hay un museo donde se puede conocer cómo fue la construcción del Aqua-Line Bahía de Tokio. Como este lugar tiene unas vistas privilegiadas de la Bahía de Tokio, se ha convertido en una atracción turística en la que paran cientos de personas a diario.
La otra isla artificial que forma parte de esta construcción es mucho más pequeña y no se puede visitar. Hubo que levantarla para instalar el respiradero del túnel submarino. El sistema de ventilación funciona con el viento casi constante de la bahía, de ahí que esta isla se llame Torre del Viento.
Imágenes: Google Maps, Google Street View, Wikipedia (Chihaya Sta)
