Es una reivindicación que la Unión Europea lleva haciendo desde hace mucho tiempo, pero al fin se ha materializado en un borrador. 40 países liderados por la Unión Europea y Japón han acordado que los coches nuevos y los vehículos comerciales ligeros lleven incorporado de serie el sistema de frenada automática de emergencia (Autonomous Emergency Barking o AEB) desde principios de 2020 en Japón.
Estados Unidos, China y la India se quedan fuera de este nuevo reglamento, que se aplicará a bajas velocidades: 60 km/h o menos. Solo afectará a los vehículos nuevos vendidos en los países signatarios, por lo que no implica que los usuarios tengan que adaptar sus coches.
EE.UU, China e India quieren ser independientes de las regulaciones de la ONU
La nueva norma será efectiva el próximo año, primero en Japón. Se espera que la Unión Europea, y algunos de sus vecinos más cercanos, sigan su ejemplo en 2022.
Lo cierto es que en Europa, el AEB es un requisito para aprobar el test Euro NCAP. El ejemplo más reciente lo encontramos en el Fiat Panda (imagen de portada), que se convirtió en diciembre en el segundo coche de la historia al que Euro NCAP otorga cero estrellas. ¿La razón? No incorporaba ni AEB, ni asistente de mantenimiento de carril ni sistemas de asistencia de ayuda a la conducción.
Aunque Estados Unidos, China y la India son miembros de la Comisión Económica de la ONU para Europa, la agencia que ha establecido los nuevos estándares, no participaron en las negociaciones para mantener su independencia.
The Washington Post asegura estos países quieren asegurarse de que sus regulaciones nacionales se mantengan por encima de las normas de la ONU cuando se trata de la industria automotriz.
En 2016, 20 fabricantes de automóviles llegaron a un acuerdo con el gobierno estadounidense para aplicar el AEB en todos los vehículos nuevos para septiembre de 2022, pero el cumplimiento es voluntario.
Según datos de la ONU, en 2016 se produjeron más de 9.500 muertes en carretera y la Comisión Europea estima que los sistemas de frenada autónoma podrían ayudar a salvar más de 1.000 vidas al año en el bloque. La normativa afectará a unos 20 millones de vehículos nuevos en la Unión Europea, Japón y otros países cada año.
Una importante ayuda a la ineficaz frenada humana
Los sistemas de frenada de emergencia son vitales para contrarrestar la, en ocasiones, ineficaz frenada humana.
El AEB detecta una colisión frontal inminente con otro vehículo o con un ser humano, y ayuda al conductor a evitar o mitigar el impacto. El sistema primero indica al conductor que corrija su reacción para evitar el choque y, si la respuesta no es suficiente o lo suficientemente rápida, aplica automáticamente los frenos para evitar el choque.
La finalidad del sistema es detectar situaciones de frenada de emergencia, y se asegura que en ellas la fuerza de frenado, y con ella la deceleración del vehículo, sea máxima. Y es que el aumento de la distancia de frenado disminuye las probabilidades de evitar el accidente y agrava las consecuencias si éste se produce, ya que el impacto tiene lugar a mayor velocidad.