Cualquiera diría que a Volkswagen le está pasando factura el escándalo del Dieselgate. En un año salpicado intensamente por la reestructuración de la compañía con proyectos cancelados, multas récord de 4.100 millones de euros, directivos detenidos por el FBI, una previsión de 30.000 despidos en tres años e incluso cientos de coches abandonados en campas de Estados Unidos, Volkswagen ha logrado resarcirse y alzarse como el fabricante con más vehículos vendidos en todo el mundo durante 2016.
Sí, efectivamente Volkswagen ha desbancado a Toyota como el fabricante con más unidades colocadas a nivel global y se convierte en la primera compañía alemana en alcanzar esta posición. Durante cuatro años consecutivos Toyota había ostentado el liderato, pero tras 10.310.000 vehículos colocados en 2016 Volkswagen se convierte en el nuevo líder del sector.
Ni el Dieselgate ha sido capaz de parar a VW
El gigante alemán ha logrado alcanzar esta gesta sorteando la mala imagen generada por el escándalo de emisiones y las cuantiosas demandas a las que ha tenido que enfrentarse. Un propio representante de la marca afirmaba que "el esfuerzo realizado para capear el temporal y establecer una nueva estrategia a largo plazo ha sido ingente, y por fin está dando resultados".
Con un incremento de las ventas de un 3,8% frente a los 10.175.000 coches vendidos en 2015, especialmente incentivado por un crecimiento de la demanda en China, la mejora de los resultados en otros países como Suecia y la buena salud de sus productos estrella como el Volkswagen Golf, los alemanes han adelantado a Toyota, que sólo ha crecido un 0,2%.
El cambio en el escenario global está determinado por una menor demanda general en el mercado americano, por lo que la capacidad de respuesta para focalizarse en modelos americanizados como el Tiguan Allspace y en otros países es determinante para todos los fabricantes. Especialmente para Volkswagen, después del terremoto que ha supuesto en Estados Unidos el caso de los coches trucados.
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