Es la comidilla del paddock en las últimas semanas. La mala relación entre McLaren y Honda ha ido aumentando en los últimos Grandes Premios de la temporada hasta que la situación ha llegado a un punto de no retorno. La separación entre estas dos marcas que tantos éxitos cosecharon en el pasado, podría ser ya un hecho a punto de anunciarse.
La presión ejercida por Fernando Alonso, quien se negó a negociar su renovación con el equipo de Woking antes de que estos tuviesen un proyecto de futuro establecido, obligó,en parte, a acelerar el proceso de ruptura.
En el pasado Gran Premio de Italia, uno de los máximos dirigentes de Honda, Masashi Yamamoto, hizo acto de presencia en el Circuito Internacional de Monza pero no precisamente para supervisar la labor de sus trabajadores en el trazado italiano, sino para reunirse con la cúpula de McLaren y los máximos dirigentes de la Fórmula 1 para tomar una decisión acerca de cuál será su futuro en la Fórmula 1.
Todo parece indicar a que McLaren montará motores Renault la próxima temporada 2018 tras tres complicados años de trabajo conjunto con Honda.
Si bien en un principio se pensó que McLaren podría volver a trabajar con Mercedes, las conversaciones no llegaron a buen puerto. Con quienes sí que consiguieron llegar a un acuerdo fue con Renault. Los franceses ya suministran propulsores además de para su propio equipo para Red Bull y Toro Rosso.
De hecho, se rumorea que Toro Rosso fue ser la única opción que le quede a Honda para tratar de seguir en la máxima categoría de los monoplazas. Comenzar a trabajar con el equipo dirigido con Franz Tost permitiría a los de las bebidas energéticas rentabilizar su equipo B y a Honda tratar de demostrar que lo de los últimos años ha sido tan solo un alto en su camino hacia las victorias.
En Motorpasión | ¿Por qué le ha ido tan mal a Honda en la Fórmula 1?