¿Cómo una empresa que fabrica telares se convierte en una de las principales industrias de automóviles del mundo? Para comprenderlo, debemos viajar al Japón del siglo XIX. Corre el año 1894 y un hombre de 27 años llamado Sakichi Toyoda acaba de inventar una máquina de enrollar hilo. Sólo tres años después, cansado de ver los problemas que tiene su madre al tejer, inventa un telar que constituye el primer paso para la revolución textil del país del sol naciente.
Tras la depresión económica sufrida por Japón a principios del siglo XX, Sakichi Toyoda funda su propia empresa de telares automáticos, que se regirá por tres lemas básicos:
- Detener las operaciones siempre que ocurra algo irregular.
- No fabricar nunca productos defectuosos.
- Que el personal no tenga que vigilar constantemente las máquinas.
Pero a lo largo de los años 20, Sakichi Toyoda conoce en compañía de su hijo Kiichiro la floreciente industria del automóvil de Estados Unidos y, ya en 1929, vende la patente de su telar automático, obtiene 100.000 libras de la época y autoriza a su hijo a disponer del dinero obtenido con la máquina siempre que lo utilice en la nueva industria de los motores de combustión.
Al año siguiente, Kiichiro Toyoda comienza a investigar los motores de gasolina y para ello se traslada a Norteamérica, llevando muy presentes los lemas de la automatización autónoma propios de la empresa de su padre, pero añadiéndole su propia metodología de aprendizaje: observar, probar y equivocarse.
Con estas premisas, en 1933 Kiichiro Toyoda funda Automóviles Toyoda como una división de la empresa de telares automáticos de su padre, y no es hasta 1935 que Toyoda lanza su primer vehículo automóvil: el Toyoda AA, un sedán de seis cilindros en bloque y cambio manual de tres velocidades que cubicaba 3.389 cm3 entregando 62 CV de potencia.
De Toyoda a Toyota
- es más sencillo fonéticamente,
- es más sencillo visualmente,
- se compone de ocho trazos, un número que da suerte.
Tres argumentos que bastan para diferenciar las industrias Toyoda, que de hecho continuarán fabricando telares, y la Toyota Motor Company, una empresa que nace como industria independiente en 1937 y que pronto adopta la filosofía just in time fabricando bajo demanda para hacer más eficientes sus procesos de montaje, que además se inspiran en el modelo de fabricación en serie creado en Estados Unidos. Estos dos detalles serán la clave del desarrollo de la Toyota Motor Company.
Durante la Segunda Guerra Mundial Toyota se dedica a la producción de camiones para el Ejército Imperial Japonés economizando incluso en detalles como emplazar un solo faro en los vehículos, y la producción de vehículos comerciales no se reemprende hasta 1947, con el Toyota SA, un pequeño automóvil de formas similares a las del alemán Volkswagen Beetle que montaba un motor de cuatro cilindros y un litro de capacidad con una potencia de 27 CV.
En 1948, Kiichiro Toyoda abandona la Toyota Motor Company, inmersa en una crisis financiera, y toma el relevo Taiichi Ohno, quien desarrolla el sistema de producción pull. De esta forma, los componentes necesarios para la producción ya no dependen de los pedidos actuales, sino que se reponen en función de los pedidos ya servidos y facturados.
Esta será la base del despegue definitivo de Toyota y de su expansión, que abordaremos en una próxima entrega donde veremos cómo sin renunciar a sus principios fundamentales Toyota lucha por abrise camino hasta consolidarse como uno de los principales fabricantes en el mundo de la automoción.