Ya se conocen más detalles de uno de los cambios más significativos para los conductores en los años venideros: la sustitución de los triángulos por las luces V16. ¿Qué debemos tener en cuenta antes de lanzarnos a comprar este dispositivo?
NOTA 25/01/2023 sobre corrección y actualización de datos: en enero de 2023 ha comenzado la comercialización de las primeras balizas V-16 homologadas bajo el último de los estándares de la DGT. Estas sí cumplen ya con la normativa de conectividad exigida por las autoridades. Se ha rectificado este artículo para que quede reflejado así.
La baliza o luz V16 se ha impuesto como un instrumentos de cara a mejorar la seguridad vial a través de la mejora de la visibilidad en la vía (al menos, esta es la teoría oficial).
¿En qué consiste la V16? Denominada como señal luminosa o baliza, consiste en un dispositivo ligero que, adherido a la parte superior de la carrocería, emite una luz amarilla y hace las veces de sistema de preseñalización de peligro.
Tal es su funcionalidad, que las autoridades permitieron la primera introducción de prueba en 2018 y, en la actualidad, está en camino de sustituir a los triángulos de emergencia.
Y sí, está en camino, porque los detalles de sus especificaciones técnicas son recientes. De ahí que nos preguntemos, como la gran mayoría de los conductores, si compensa o no adquirir ya la baliza. Antes, vamos a aclarar algunos puntos que nos ayudarán a responder la cuestión, comenzando con la historia de la V16.
Un invento (muy) español
La V16 posee una curiosa denominación de origen patria. La baliza nació en España, de la mano de un criminólogo y Guardia Civil en excedencia, Jorge Torre.
Aunque no es la única patente de Torre, de entre todos sus inventos es el que más nos va a afectar. La administración acogió con entusiasmo la idea, al tiempo que Torre, junto a otro socio, comercializaba su propia luz de emergencia V-16. En la web de este producto se relata su historia:
"La inspiración le llegó a Jorge Torre (...) al fijarse en los coches de policía camuflados. En caso de emergencia, los agentes tenían que colocar una luz sobre el techo del vehículo que los identificara como cuerpo de seguridad en acción, sin embargo, esta era una luz bastante imperfecta.
Uno de sus principales defectos era que debía ir conectada al mechero del coche, lo que suponía que un cable en espiral danzaba entre las manos del conductor y que el copiloto, en un ejercicio extremo de malabarismos, tenía que ocuparse de evitar que se saliera la clavija de conexión al tiempo que se comunicaba con otros agentes.
(...) ¿y si todos los coches pudieran llevar una luz similar para casos de emergencia?
¿Qué normativa explica y aplica la V16?
Muchos de los lectores de Motorpasión han sido testigos de los vaivenes normativos e informativos alrededor de la V16. Finalmente, el pasado diciembre se sentaban las bases definitivas para el uso obligatorio de la baliza.
El respaldo jurídico de la V16 lo encontramos en el Reglamento General de Circulación, modificado mediante dos Reales Decretos:
- Real Decreto 159/2021 de 16 de marzo: la introdujo en julio de 2021 con una serie de características básicas.
- Real Decreto 1030/2022, de 20 de diciembre, modifica el anterior para aclarar cuándo será obligatoria y los detalles de su homologación. Entre estos, destaca un detalle en concreto: su conectividad con la nube.
Entonces, ¿cuándo será obligatoria la baliza?
Según la DGT:
A partir del 1 de enero de 2026 será obligatorio llevar en el vehículo la señal V16 conectada. Hasta esa fecha los triángulos convivirán con las señales V16 no conectadas y con las V16 conectadas.
Pero, ¿hay que comprar ya las luces V16?
El quid de la cuestión. Es uno de los puntos que más dudas ha generado entre los conductores. Por una parte, los defensores de la baliza, con las compañías que la comercializan a la cabeza, han abogado por pasarse a la V16 por sus garantías de seguridad.
Ahora bien, el respaldo de la DGT no significada que todas las características técnicas de la V16 estuvieran asentadas sobre un marco legal definitivo. En el fondo, hemos vivido un periodo en el que se han podido confundir sus ventajas con una implantación prematura hasta la publicación del último Real Decreto en Diciembre de 2022 que definía su certificación.
📢Sobre la 🚨 #V16
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) December 22, 2021
📅En enero de 2022 #DGT publicará el proceso para certificar las luces que cumplan con la luminosidad y conectividad obligatoria a partir de 2026. Y las dará a conocer en https://t.co/s0Dd1Q5h8l
Aún no hay #V16 conectadas a DGT 3.0 certificadas en el mercado pic.twitter.com/q1g0MXauRQ
Tanto es así que, primero las organizaciones de consumidores y, al final la DGT, avisaron durante el año pasado de que las V16 adquiridas hasta diciembre de 2022 no sería válidas al tiempo de convertirse en obligatorias, es decir, en 2026. La actuales luces, por cierto, rondan precios que se mueven en torno a los 40 euros.
Y no solo eso. Al parecer, la conectividad asociada les va a otorgar un defecto que no tenían los triángulos: fecha de caducidad. Aunque la normativa no especifica nada al respecto, según hemos leído en Motorpasión, el subdirector general de Gestión de Tráfico de la DGT, Jorge Ordás, señaló a la prensa que las luces que compremos incluirán los servicios de conectividad prepagados "por al menos 12 años".
Requisitos de la V16 (de esos que evitan una multa)
La certificación definitiva que aporta la seguridad suficiente como para estar seguros de que la V16 que compremos nos servirá a partir de 2026. No olvidemos que contar con dispositivos inadecuados puede acarrear sanciones en forma de multa de hasta 200 euros.
Esa homologación específica es el primero y fundamental de los requisitos que hay que tener en cuenta a la hora de comprar el dispositivo de pre-señalización. El primero de los Reales Decretos publicado en 2021 avanzaba las características esenciales que habían de cumplir las luces:
- Han de emitir una luz intermitente de color amarillo auto.
- Deben ser visibles a un kilómetro de distancia.
- Su ángulo de visión ha de ser de 360º en el plano horizontal; y de 8º en su vertical.
- Su señal debe poseer una frecuencia de 0,8 a 2 Hz.
- Han de permitir colocarlas desde el interior del vehículo, para evitar salir del mismo.
- Deben ostentar un rango de utilización de, por lo menos, 30 minutos ininterrumpidos a una intensidad de entre 40 y 80 candelas.
- Estos les obliga a alimentarse de unas baterías con una efectividad de 18 meses en espera, poseer efectividad IP54 frente a humedad y polvo y estar operativas en un intervalo térmico de -10º C a 50º C.
A vueltas con la conectividad y la geolocalización
El más reciente de los requisitos y la fuente de algunas de las confusiones ha tiene que ver con la conectividad. Y es que la DGT ha establecido que, de base, el dispositivo ha de remitir cada 100 segundos una señal que se comunique con la futura plataforma DGT 3.0 y permita conocer la ubicación del vehículo.
Esa plataforma es la base sobre la que se desarrollarán las futuras carreteras inteligentes o 'smart roads'. El problema es que la nube de la DGT 3.0 todavía no está activa, por lo que se desconocen muchos más detalles sobre la vinculación en remoto de las balizas V16.
Eso sí, como hemos mencionado, el ente de tráfico sí ha publicado en diciembre las especificaciones precisas de la certificación para la geolocalización. En estos ya se han basado las compañías que comercializan la V-16 para inaugurar la lista de modelos homologados definitivamente según los requisitos marcados en el último Real Decreto 1030/2022.
¿Por qué la DGT ha cambiado V16 por triángulos?
La señal luminosa 🚨#V16 podrá sustituir a los triángulos a partir del 1 de julio y deberá disponer de geolocalización a partir de 2026.
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) April 3, 2021
📶Esto mejorará la atención a las emergencias y la seguridad de la vía. ¿Quieres saber cómo funciona? #DGT3Punto0
👉https://t.co/IYoaFhVe60 pic.twitter.com/PCbHL1Smqp
El motivo principal del cambio de los triángulos a la V16 tiene que ver con la siniestralidad asociada a los primeros. Para colocar los triángulos, no hay más remedio que salir del vehículo (aunque la norma no dice que sea obligatorio), con el riesgo que ello implica.
Las estadísticas de la DGT apuntan que entre 2018 y 2020 hubo en España 42 fallecidos al ser arrollados mientras realizaban esta maniobra. Supone salir del coche y alejarse 50 metros por la cuneta para instalarlos sobre el firme. La V16 llega para evitar esto, pero también con esa prestación IoT que informa de nuestra posición en caso de emergencia.
V16, visibilidad y ADAS
Este tipo de características vienen a complementar la introducción de las nuevas tecnologías de conectividad en carretera y los sistemas ADAS de asistencia a la conducción. En los modelos de Toyota los conocemos bajo el nombre Toyota Assist.
Dada la situación de estancamiento con las cifras de siniestralidad, las autoridades de tráfico de medio mundo llevan años reclamando un cambio tecnológico significativo que nos acerque a los ambiciosos objetivos de cero víctimas de tráfico.
En ese sentido, la introducción de la V-16 viene de la mano con los ADAS. Si bien, en origen, su naturaleza es diferente. No podemos dejar de caer en la cuenta que los ADAS se integran en el vehículo, mientras que la V16 toca adquirirla.
Llamada de emergencia automática o eCall
En la actualidad, existen dos sistemas de asistencia a la conducción muy relacionados con la V16. El llamado eCall lleva funcionando desde 2018.
Se trata de un botón ubicado sobre nuestras cabezas que se comunica con el 112 en caso de accidente. La señal se lanza de modo automático cuando se activa el airbag, o podemos hacerlo de manera voluntaria si lo precisamos o somos testigos de un accidente.
Una vez funcione la plataforma DGT 3.0, las señales de emergencia procedentes del eCall se combinarán con las de la V16 para ayudar a determinar el tipo de accidente, el operativo de que se ha de desplegar, aportar información clave y reducir los tiempos de espera.
Asistente de salida segura
Otro ADAS relacionado con esta clase de siniestralidad son los asistentes de salida segura incorporados en los modelos de Toyota. Según el fabricante:
"Este sistema utiliza el monitor de ángulo muerto para ayudar a prevenir una colisión entre la puerta abierta de un ocupante y un vehículo o ciclista que se aproxima por detrás. Si existe riesgo de colisión, los indicadores se iluminan en los espejos exteriores y en la pantalla de información múltiple, junto con un zumbador audible para alertar a los ocupantes".
Aunque la tecnología está demostrándose vital para paliar el efecto del factor humano, hay que recordar que tan importante como ser vistos es conducir con la suficiente atención como para prevenir este tipo de accidentes.
La visibilidad resulta un hábito que ha de cultivarse en cada trayecto y que también depende de otras características, como la posición y altura del puesto del conductor o el mantenimiento de algunos componentes.
Así, la V16 llega para complementar todo ese mundo de conectividad y asistencia que ya está en marcha. Es inevitable preguntarse si, a tenor de la revolución tecnológica que vivimos y los requisitos de sostenibilidad marcados, no podrían integrarse algunas de las funciones de la V16 en el propio vehículo, tal y como lo hacen los ADAS.
En cualquier caso, lo que queda patente es que, de momento, habrá que seguir pendientes para comprobar cómo terminan de integrarse, tanto en la nube de la DGT 3.0, como en carretera.
¿Compensa comprarla ya? Por una parte, el dispositivo aporta una seguridad adicional y valiosa; eso sí, a tenor de todo lo visto, hemos de cerciorarnos de que cumple con los requisitos de conectividad publicados el pasado mes de diciembre. Es aconsejable tener eso en cuenta para que no nos den gato por liebre.
Imágenes | Toyota, Wikimedia.commons/HelpFlash Photos, Freepik/prostoleh,