Aunque a estas alturas ya no sorprende a nadie (o a muy pocos), si algo impresiona de las prestaciones de un Tesla es su descomunal aceleración. Sin embargo con su velocidad punta no ocurre lo mismo, pues para preservar la integridad de su sistema de propulsión la marca limita electrónicamente sus capacidades.
Pero siempre hay alguien dispuesto a saltarse todas las barreras, como es el caso de Guillaume André. Este empresario canadiense es CEO de Ingenext, una compañía cuya especialidad es 'liberar' algunas funciones que los Tesla suelen tener bloqueadas de fábrica. Y su último 'hackeo' tenía un objetivo muy claro: comprobar la velocidad máxima real de su propio Model S Plaid.
Lanzado casi 'ex profeso' para plantarle cara al Porsche Taycan, el Model S Plaid es el Tesla más potente y rápido hasta la fecha (al menos, lo seguirá siendo hasta que buenamente aparezca el nuevo Roadster). Pero como suele ocurrir con lo que promete Elon Musk, el producto final distó de lo anunciado y su punta estimada de 322 km/h se quedó primero en 262, para hace unos meses aumentar tímidamente a 282 km/h con una actualización.
Spoiler: sí es posible, pero no de cualquier manera
Lo anterior, claro está, hacía sospechar que el Model S Plaid en realidad puede alcanzar velocidades mucho más elevadas. Así pues, tras manipular el software que gestiona sus propulsores eléctricos para eliminar las limitaciones, André encontró en la pista del aeródromo de Trois-Rivières el lugar perfecto para comprobar el límite real de su coche.
Y como se suele decir en esos 'clickbait' que abundan por Internet, lo que descubrió le sorprendió. Lanzado a su máxima aceleración, su Model S Plaid 'crackeado' llegó a registrar una velocidad de 348 km/h. Gracias a los compañeros de la web norteamericana Electrek, la hazaña de este hacker metido a velocista ha salido a la luz en forma de vídeo.
En él puede comprobarse cómo, a pesar de encontrarse anulada la limitación, el Model S Plaid 'sabe' que circula a una velocidad potencialmente peligrosa para su integridad y por ello cambia a un color rojo las cifras del velocímetro cuando éste supera las 185 millas por hora (297 km/h).
Asimismo resulta, digamos, divertido ver cómo la representación del vehículo en el panel de instrumentos virtual apenas puede seguir el ritmo real de la máquina, revelando los límites de funcionamiento de los Lidar y radares que equipa el Model S para la utilización del Autopilot.
Evidentemente, si el experimento salió bien fue en buena medida porque todo se llevó a cabo con la seguridad suficiente. Además de la modificación electrónica el coche de André calzaba un sistema de frenos de altas prestaciones desarrollado por Mountainpass Performance, junto a neumáticos Michelin Pilot Super Sport. Con todo esto, el hacker piloto utilizó además la pista al completo para lanzar y detener el vehículo.
Vamos, que con el Model S Plaid parece que el bueno de Elon cumplió de sobras con lo prometido, sólo que por alguna razón decidió ocultarlo de cara al público. Aunque por otro lado no nos extraña que lo hiciera porque, como bien pudo comprobar en sus carnes el youtuber Chet, andar trasteando sin conocimientos con lo más cañero de Tesla puede salir rematadamente mal.