No sólo Tesla: BMW va a cambiar trabajadores por robots humanoides para fabricar coches. Y da miedo

No sólo Tesla: BMW va a cambiar trabajadores por robots humanoides para fabricar coches. Y da miedo
8 comentarios
HOY SE HABLA DE

Androides con IA por cerebro para hacer el trabajo sucio en fábricas de coches: es lo que quiere hacer Tesla con su robot Optimus. Pero también BMW, que de hecho ha adelantado a la californiana en esta distópica carrera: va a utilizar robots humanoides en una de sus fábricas. Sustituirán operarios.

Con el debate tan presente de si la inteligencia artificial va a dejarnos sin trabajo en un futuro más o menos cercano, asusta en parte que ya haya una marca de coches que se aventure en esto de cambiar personas por robots.

Las tareas más pesadas o peligrosas, sin rechistar

A diferencia del Tesla Optimus, BMW no ha desarrollado estos androides: los firma FigureAI, una joven empresa californiana especializada en robots autónomos. Su retoño es Figure 1, que presentó en octubre. Y ya le, les, ha encontrado empleo: acaba de rubricar un acuerdo con el fabricante alemán para implementarlos en una de sus plantas norteamericanas.

Según detalla esta compañía sus robots humanoides cumplirán con tareas complicadas, tediosas o inseguras, liberando de ellas a los operarios humanos que podrán focalizarse en "habilidades y procesos que no pueden automatizarse". Idéntico cometido quiere dar Elon Musk a Optimus en las plantas de Tesla: asumir tareas que sean repetitivas, aburridas o peligrosas.

Esa es la cara amable de estos robots, pero también es cierto que como trabajadores son el sueño de cualquier empresa: pueden trabajar incansablemente sin exigir subidas de sueldo o mejoras de sus condiciones y derechos laborales.

Está previsto que estos robots humanoides se utilicen en la planta de BMW de Spartanburg, en Carolina del Sur (EE.UU.). Aunque se implementarán por fases: primero ambas empresas identificarán que cometidos pueden asumir. Y luego ya pasarán a realizar las tareas seleccionadas, sustituyendo a los trabajadores que las hacían.

Figure 1, con una autonomía de cinco horas, es un androide de cerca de 1,70 m de alto y pesa unos 60 kilos. Imita por completo a un humano, con piernas y brazos articulados que acaban en manos de cinco dedos prensiles. Es prácticamente calcado al de Tesla. Con el exoesqueleto a la vista y el LED del rostro recuerda a los cylon de Battlestar Galáctica. Asusta un poco.

Figure1: el robot humanoide que BMW va a utilizar en sus fábricas

¿Nos dejarán los robots sin trabajo? Y asusta no tanto porque puedan rebelarse como los de la serie Ronald D. Moore (los cylon casi exterminan a la humanidad como venganza de décadas cumpliendo tareas ingratas), sino por algo más terrenal: ver a máquinas quitando el empleo a trabajadores. Un debate que lleva meses sobre la mesa con la popularización de la inteligencia artificial.

Hablamos de una sola fábrica pero, si a BMW le salen las cuentas (Figure AI defiende entre sus bondades que permitirá ahorrar costes), pueden acabar extendiéndolos a otras fábricas. Aunque en Europa lo tendrían más complicado que en EE.UU, hablaríamos de un cambio de paradigma.

Que sea o no rentable es precisamente lo que puede inclinar la balanza o no a esta posibilidad. De hecho, un reciente estudio publicado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) precisamente postula que el coste de las IA es tan alto que sigue siendo mucho más rentable para las empresas contratar a personas. Al menos por ahora.

Este informe sostiene que un humano puede hacer múltiples tareas y que para cubrir sus capacidades se necesitarían varias herramientas IA diferentes. Es decir, exigiría una inversión mucho mayor que tener a sueldo a un empleado. Y aunque los costes de esta tecnología se redujeran un 20 % cada año, aún así se tardarían décadas en que les fuera económico a las empresas.

Más apocalíptica es la postura de Kristalina Georgieva, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI). En este artículo reflexiona sobre como la IA transformará la economía, concluyendo que el 40 % de los empleos podrían verse amenazados por tecnologías de inteligencia artificial: ya sea porque podrían desaparecer o bien cambiar. O incluso en un 60 % si hablamos de países del primer mundo.

También estima que podrían aumentar la brecha de desigualdad entre empleos, favoreciendo a los de sueldo alto pero reduciendo los de mano de obra. Precisamente pretende hacer este Figure 1 o el Tesla Optimus. Musk lo tiene claro: "transformarán el mundo en mayor grado que los coches".

Temas
Comentarios cerrados