Hay coches que molan mucho, otros que lo parten con unas prestaciones de infarto, otros son muy exclusivos y sólo algunos juntan todas estas propiedades y algunas más para convertirse en auténticas referencias de la historia de la automoción. El Bugetti EB110 fue uno de aquellos supercoches radicales como pocos nacidos en la década de los 90 y ahora te puedes hacer con uno de ellos.
¡Ay, amigo! Y no uno cualquiera, no. El EB110 que ves en estas imágenes es uno de los 139 EB110 que fueron producidos, pero bajo el paraguas de Dauer en 2002, años después de que la compañía Bugatti Automobili SpA de Romano Artioli se despedazase tras la quiebra de 1995 y fuese adquirida más tarde por el Grupo Volkswagen en 1998.
Bugatti EB110: el eclipse de Bugatti
Sí, sólo se produjeron 139 unidades de este superdeportivo, sólo algunas más que los 106 McLaren F1 que salieron de Woking y muchos menos que los 1.311 Ferrari F40, los 337 Porsche 959 o los 275 Jaguar XJ220. Para convertirlo en un objeto de deseo aún más afrodisíaco, esta unidad de EB110 está pintada en un intenso color negro que no sólo le hace lucir como un caza-bombardero, ñp convierte en un coche aún más raro de ver que los más comunes decorados en azul o gris.
Además, y por si todo esto fuera poco, se trata de un Bugatti EB110 SS, equipada con un motor de doce cilindros en uve, 3.5 litros de cilindrada y cuatro turbos, entregando 611 caballos a las cuatro ruedas (550 en la versión GT) a través de una transmisión manual de seis velocidades para teletransportarse a 100 km/h desde parado en 3,2 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 347,62 km/h. Dinos si hoy tantos años después no sigue pareciendo rápido.
Su contador luce orgulloso unas escasos 1.050 km, así que su infeliz (o infelices) propietario anterior no lo ha disfrutado en absoluto. Ahora sale a la venta en Londres a un precio de 894.950 libras, o 987.900 euros al cambio de hoy. Un precio considerable pero en la línea de lo que se pide por un pedazo de la historia más oscura de una marca que hoy brilla con intensidad gracias a los Chiron y Veyron.