Hennessey Performance ha desvelado la versión de serie de su esperado Venom F5, su primer coche 100 % de creación propia. Presentado inicialmente como prototipo en 2017, el Venom F5 se presenta con una serie de cifras que dan el vértigo: más de 1.800 CV y más de 500 km/h de velocidad máxima. Sin tapujos, Hennessey quiere que su Venom F5 sea el coche más rápido del mundo. Actualmente, el récord está en manos del Bugatti Chiron con 490 km/h.
De hecho, su nombre de F5 lo deja claro. Es una referencia a la escala de intensidad de los tornados conocida como Escala Fujita. Ésta consta de cinco intensidades, siendo la más baja F0 con vientos de entre 60 y 117 km/h, y la más alta la F5, con vientos de entre 420 km/h y 510 km/h siendo tan destructores como una bomba atómica.
Y como el viento debería ir el Hennessey Venom F5. Acelera de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos, de 0 a 200 km/h en 4,7 segundos y necesitaría tan solo 8,4 segundos para hacer un 0 a 300 km/h y 15,5 segundos para un 0 a 400 km/h. La velocidad máxima anunciada por Hennessey no es definitiva, pues de momento solo indican “más de 500 km/h”.
En un principio, Hennessey tenía como objetivo los 1.600 CV de potencia, pero finalmente el V8 Fury alcanza los 1.817 CV. Se trata de un motor aparentemente sencillo, pues es un V8 a 90º de 6.6 litros con varillas de empuje, una configuración muy habitual en los Corvette y más propia de un hot rod que de un hypercar. Sin embargo, por lo demás es un motor muy moderno. Cuenta, por ejemplo, con culata de aluminio, válvulas de titanio, pistones y bielas forjados. Sus dos turbos están parcialmente hechos de elementos en titanio impresos en 3D.
Más de 1.800 CV de potencia
De una cilindrada de 6.6 litros y sobrealimentado por dos turbos, entrega 1.817 CV y 1.617 Nm a 5.500 rpm, con una zona roja a 8.100 rpm. Va asociado a un cambio robotizado de un solo embrague y siete relaciones (con una séptima muy larga, dicen en Hennessey) y cuenta, además, con un autoblocante trasero. Por último, siguiendo con la temática de los tornados, recibe el nombre de Fury.
El bestial motor no tendrá que mover mucho peso. En ese sentido, el Venom F5 es lo opuesto a un Bugatti. El chasis monocasco del Hennessey que incluye la celda de seguridad del habitáculo es de fibra de carbono y fabricada en el Reino Unido. Delante y detrás, dos subchasis de aluminio completan el bastidor del VenomF 5. La carrocería, por su parte, es igualmente ligera, pues a excepción del techo de aluminio, es de fibra de carbono en su totalidad.
El esquema de suspensiones es relativamente sencillo y cuenta con muelles helicoidales y amortiguadores de depósito separados que se pueden ajustar en compresión y extensión. El Hennessey Venoms F5 tiene un peso en vacío de 1.385 kg, lo que hace que el F5 sea apenas más pesado que el Koenigsegg One: 1, pero con un 35 % más de potencia en su haber.
Con respecto al diseño original, visto en el SEMA Show de 2017 y el Salón de Ginebra de 2018, el F5 de serie ha perdido su alerón trasero y ganado un difusor trasero mucho más imponente. No cuenta con aerodinámica activa, si no referimos a alerones y flaps móviles, pero Hennessey asegur que puede variar la carga aerodinámica del coche simplemente modificando su altura para así alterar el ángulo del flujo de aire.
El diseño del interior tiene un cierto aire de sencillez, casi de competición. Lejos de los estándares de opulencia que se prodigan en este segmento, me recuerda a las producciones de Lotus y McLaren. Sí, los baquets y parte del interior están tapizados en cuero y hay fibra de carbono por todas partes, pero la pantalla central es de un sistema de infoentretenimiento Alpine, aunque Hennessey se ha tomado la molestia y sobre todo el gasto de crear interruptores a medida para los controles que no están integrados en el curioso volante multifunción.
El volante tiene un diseño inspirado en los aviones de combate, con perillas y botones para limpiaparabrisas, luces, volumen e intermitentes. Un selector circular permite acceder a los diferentes modos de conducción del F5: Sport, Wet, Drag, Track y F5 V.Max, siendo este último el que libera toda la furia del F5.
A por el récord del coche de serie más rápido del mundo
Por cierto, el F5 carece de airbags, por lo que en algunos mercados tendrá difícil su comercialización, como en Estados Unidos, donde no tendrá la homologación federal completa. En Europa, no será un problema, pues entra en la categoría de pequeño fabricante (menos de 1.000 unidades al año) y por tanto no tiene obligación de llevar airbags ni de cumplir con las normas anticontaminación.
Aun así, Hennessey ya habría vendido entre 12 y 14 unidades de una producción limitada a 24 unidades en total, costando cada una 2,1 millones de dólares más impuestos. Hennessey asegura que no tiene intención en un futuro de volver a fabricar un coche tan extremo (tiene una relación peso potencia de 0,76 kg/CV), pero sí podría lanzarse en la producción de otros modelos utilizando el chasis del Venom F5.
Aunque el Venom F5 es algo más que un coche con velocidad punta superior a la de muchos tornados, Hennessey asegura que será también un coche realmente dinámico, a la altura de las producciones europeas.
Pero de momento, el siguiente paso para el Hennessey Venom es utilizar la pista de aterrizaje del Kennedy Space Center y sus 3,2 millas de largo (5,15 km) para intentar obtener el récord de velocidad de 500 km/h en dos pasadas verificadas por un organismo independiente. Y si la pista se les queda corta, lo intentarían en una carretera cerrada al tráfico. Lo veremos en 2021.
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