Al descubrir el aspecto del Bugatti Chiron de serie en el Salón de Ginebra de este año, las reacciones fueron en su mayoría de aprobación, con más de uno que se quedo con la boca abierta. Como en todos los modelos que salen a la luz, la versión final es la evolución de una propuesta escogida entre varias (cuando no hacen un mix de varias propuestas).
Sasha Selipanov trabaja como diseñador en el grupo Volkswagen. Una de sus propuestas para el Chiron captó la atención de Achim Anscheidt, director de diseño en Bugatti, lo que le permitió formar parte del equipo que trabajó en el diseño final del Chiron. Como puedes ver, la propuesta de Selipanov era atrevida.
Aunque una parte importante del diseño del Chiron se debe a las imposiciones del aerodinamismo y de las necesidades en aire fresco del W16 de 8 litros y sus cuatro turbos, la dirección de Bugatti estaba abierta a toda clase de propuestas estilísticas para el frontal del sucesor del Veyron. Una de esas propuestas era de Sasha Selipanov. Eso sí, la vieron como excesivamente radical y fue atenuada en la versión de serie.
Por otra parte, los diseñadores habían imaginado el coche sin espejos retrovisores exteriores, usando cámaras de retrovisión en su lugar. Obviamente, la idea fue abandona, pues es todavía ilegal, salvo en Japón.
Vía | CNET
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