Con la última jornada del Rally de Gales, también ha dado fin el Mundial de Rallyes de esta temporada 2007, una de las más disputadas de los últimos años. Pero al final, y pese a haber ido a remolque de Marcus Grönholm durante buena parte del año, el francés Sébastien Loeb ha logrado coronarse Campeón del Mundo de Rallyes por cuarto año consecutivo a los mandos de su Citroën C4 WRC.
A Loeb le ha bastado con finalizar en una controladísima tercera posición, por detrás de su máximo rival, el finlandés Grönholm. El vencedor del Rally ha sido el compañero de Grönholm, Mikko Hirvonen, que con la tercera posición del francés de Citroën no tuvo que ceder la cuarta victoria de su carrera deportiva a su compañero de equipo.
Pero nunca un doblete de Ford dejó tan mal sabor de boca a su piloto estrella. El dominio aplastante del Focus en terreno galés (16 scratch de los 17 posibles) no fue suficiente para darle el título a Grönholm en su carrera de despedida, pero a buen seguro que el finlandés se irá dándole más vueltas a los últimos rallyes de Japón e Irlanda que a éste de Gales…
De esta forma, Sébastien Loeb y su copiloto Daniel Elena, siguen ampliando su leyenda, y se empieza a abrir el debate de si el francés de Citroën debe ser considerado como el mejor piloto de rallyes de todos los tiempos. Los números de Loeb son para planteárselo: 36 victorias y 4 títulos consecutivos. Ha igualado la marca de títulos de los finlandeses Juha Kankkunen y Tommi Makinen, pero al francés todavía le quedan algunos años para ampliar aún más ese palmarés y zanjar el debate con la evidencia de la realidad. La pena es que sin Grönholm, el Mundial pierde un gran aliciente…