Es la última gran cita deportiva del automovilismo de competición, y cerrará un año 2007 repleto de emocionantes finales de temporada en las modalidades más importantes del automovilismo de competición. Ha querido el destino que, como ya pasara con la Fórmula 1, el Mundial de Turismos o el DTM, también el Mundial de Rallyes de este año se decidiera en la última cita de la temporada, que nada más y nada menos es un trepidante Rally de Gales. Vaya, el RAC Rally de toda la vida.
Sébastien Loeb llega a esta cita como el gran favorito a coronarse por cuarto año consecutivo, aunque Marcus Grönholm, que este año cuelga los guantes, saldrá a por todas en un Rally que ya ganó la temporada pasada. Aunque Grönholm tiene que ganar y esperar. No le queda más remedio. Si repasa los libros de historia, puede mantener viva la llama de la esperanza, porque más de uno se ha dejado algún título a última hora en los siempre complicados tramos del RAC Rally…
Las matemáticas nos dicen que en caso de victoria de Grönholm, a Loeb le bastaría con acabar en 5ª posición para proclamarse campeón, ya que de esta forma haría suficientes los 6 puntos de ventaja que actualmente le saca al piloto finlandés. Pero insisto, es un Rally muy duro, y en las últimas citas del mundial ya hemos vivido más de una sorpresa en forma de abandono de alguno (o de los dos a la vez) de los favoritos. Además, Grönholm se agarra a la fortuna que ya tuviera su compatriota Kimi Raikkonen en la Fórmula 1, y quiere que los dos grandes mundiales de las cuatro ruedas se vayan para el país nórdico.
Así pues, sólo quedan 1.272 kilómetros, 359,5 de los cuales son cronometrados, que se repartirán en 17 especiales, 9 de ellas distintas. Después de eso, ya tendremos el último gran campeón del 2007. El campeón de un Mundial de Rallyes que a buen seguro será recordado como uno de los más emocionantes de los últimos tiempos.
