A finales de 2023 Francia hizo un movimiento polémico y pionero en la UE: retiró las ayudas a la compra de coches eléctricos chinos o los fabricados fuera de la UE, declarando la guerra a este producto asiático y de paso sacando de su mercado al 30 % de los coches eléctricos, incluidos los Tesla fabricados en Shanghái.
Tras considerarlos un peligro para los fabricantes franceses, ha habido un giro en los acontecimientos y el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, ha dorado la píldora a China mientras su presidente estaba de visita: "BYD y la industria automovilística china son muy bienvenidos en Francia". Y es que necesitan vender más coches eléctricos.
Donde dije digo... digo Diego
Mientras el presidente de China, Xi Jinping, se encontraba en una inusual visita de Estado a París, Le Maire ha querido dejar claro que Francia tiene los brazos abiertos para que el gigante chino instale una fábrica de coches eléctricos en suelo galo. Serán vehículos chinos, pero hechos en Francia, pensarán. De momento BYD tiene previsto aterrizar en Europa con una primera planta en Hungría prevista para 2026. La fábrica tendrá una capacidad anual inicial de 150.000 coches que podría ampliarse a 300.000.
La china Chery Auto por su parte va a empezar a fabricar coches de la marca Omoda en la antigua fábrica de Nissan en Barcelona, que lleva años agonizando a la espera de que alguien la reviva. Y todo esto en medio de una investigación por parte de la UE en la que acusa a China de competencia desleal y de subvencionar a lo bestia sus coches para inundar el mercado europeo. Actualmente, los aranceles para los vehículos que llegan a la UE desde China son del 10 % y podrían aumentar y alcanzar el 15 % o el 20 %. Fabricantes como Mercedes-Benz, con profundos lazos comerciales con China, han pedido a la UE que deje a un lado las represalias y los aranceles, y también BMW y Volkswagen ven peligrar parte de su negocio, ya que se incrementarían los precios de sus modelos eléctricos.
Y en medio de esta declaración de amor, Francia ha puesto sobre la mesa su plan para catapultar las ventas tras el fiasco del plan de coche eléctrico a 100 euros para las rentas más bajas. Recordemos que hubo tal avalancha de solicitudes que tuvieron que congelar el plan hasta 2025, y en parte el plan murió de éxito porque se habían vetado los modelos chinos y no había suficientes 'made in Europe'.
Ahora quiere cuadriplicar la venta de automóviles eléctricos e híbridos a 800.000 al año en 2027. Un objetivo ambicioso si tenemos en cuenta que casi el 20% de los coches nuevos vendidos en Francia son eléctricos, pero sólo el 12% de ellos se fabrican en el país. Además, solo el 16% de los turismos matriculados el año pasado en Francia eran eléctricos puros y el 9% híbridos enchufables -ojo que están mejor que España-, frente a un 36 % de cuota para los gasolina.
El acuerdo entre el Gobierno y la industria también exige 400.000 puntos de carga para 2030 y 25.000 puntos de carga rápida para finales de 2027 a lo largo de las principales rutas de viaje y en las grandes ciudades.
"La elección que hay que hacer es si queremos ser un país de productores o un país de consumidores. Hemos tomado la decisión de ser una gran nación productora de vehículos eléctricos", dijo Le Maire en una conferencia de prensa.
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