Desde hace tiempo, Lexus le tiene declarada la guerra a algunos fabricantes alemanes. El lanzamiento del Lexus GS F en el Salón de Detroit es sólo un paso más hacia la conquista de los deportivos premium, esta vez en el segmento de los sedanes. Con su V8 aspirado naturalmente, el fabricante japonés quiere pintarles la raya a los turbos del BMW M3 y del Mercedes-AMG C 63.
Así como existen las divisiones AMG y M, Lexus poco a poco nutre su oferta de la gama F, que nació en el 2008 con el IS F y se ha complementado con el LFA en 2012, el RC F apenas el año pasado y, ahora, con el GS F que no quiere ser confundido con el GS 350 F Sport.
Un V8 de altas revoluciones
Hace mucho que la deportividad y el lujo hicieron las paces. Fabricantes premium como Lexus ya no deben decidir entre habitáculos cómodos cargados de lujo y prestaciones dignas de ser exprimidas en el circuito cada fin de semana. El GS F se mueve gracias a un V8 de 5.0 litros capaz de desarrollar 467 CV y 527 Nm de par, con la posibilidad de girar a muy altas revoluciones —la línea roja se encuentra a 7.300 rpm.
Toda la fuerza desarrollada por el propulsor se puede controlar a través de un cambio automático de ocho velocidades con levas al volante. Como ya muchos deportivos —y otros no tanto— lo han hecho, el Lexus GS F permite seleccionar entre diferentes modos de conducción, cuatro en este caso: Normal, Eco, Sport y Sport+, siendo este último exclusivo para circuito.
Sin detallar sus cifras de consumo y emisiones, Lexus asegura que con todo y su "dulce y poderoso sonido", su tren motor de 32 válvulas es capaz de funcionar en ciclo Atkinson bajo ciertas condiciones con el fin de reducir el consumo.
Puesto a punto en Fuji y en el Nordeschleife
Evidentemente, en las entrañas del Lexus GS F ha habido que hacer algunos cambios para soportar el aumento de potencia y mejorar su comportamiento a altas velocidades. El coche ha sido puesto a punto en circuitos japoneses, como el Fuji Speedway, pero los ajustes finales se le han dado en el Nordeschleife de Nürburgring, así que el GS F deberá comportarse muy bien incluso en condiciones extremas —para lo que fue concebido.
Entre las modificaciones podemos encontrar una suspensión endurecida y llantas más anchas con neumáticos Michelin Pilot Super Sport (255/35 R19 en el eje delantero y 275/35 R19 en el tren trasero). El sistema de frenado también recibe algunos ajustes: discos de 381 mm delante con pinzas de 6 pistones, estas últimas disponibles en color naranja mírame-a-kilómetros.
El Lexus GS F no es un coche ligero, pero aún así pesa 136 kilos menos que sus rivales alemanes, lo que se traduce en un comportamiento más neutro y ágil. Nos encantará comprobar la ventaja que el GS F pudiera sacarle a los M3 y C 63 en circuito de cara a la pérdida de potencia que implica un motor atmosférico frente a uno turboalimentado, pero con 136 kilos menos de encima y la capacidad de girar a 7.300 rpm.
Otro de los sistemas con los que el Lexus GS F asegura buen control en curvas es el Torque Vectoring Differential (TVD) con tres modos de operación: Standart, balance entre agilidad y firmeza; Slalom, que enfatiza la agilidad de la respuesta de la dirección; y Track, que ayuda a mantener el control al conducir a altas velocidades en circuito.
El Lexus GS F es sonido puro
En el interior no se ha escatimado en lujos. El habitáculo está recubierta de piel, Alcantara, plásticos de buena calidad y altavoces. No importa a dónde miremos, los ingenieros al mando del desarrollo del Lexus GS F se han encargado de ponerle un altavoz a ese rincón, al menos si pagamos el sistema de sonido opcional: Mark Levinson Premium Audio con 17 (sí, diecisiete) altavoces. Gracias al programa Active Sound Control, al conducir en modo Sport y Sport+ se puede escuchar la sinfonía de los pistones que empujan al GS F, que siendo de 8 cilindros, deberá ser muy ronco.
Detrás del volante con emblemas F se deja ver un cuadro de instrumentos electrónico que puede mostrar hasta cuatro pantallas, dependiendo de las necesidades y gustos del conductor; los display se ajustan al modo de conducción (Normal, Eco, Sport S y Sport S+). Por su parte, los asientos buscan el balance entre comodidad y buena sujeción lateral, que mucho se agradece al tomar curvas en circuito.
Para conductores descuidados —ya sean los que estén al volante del GS F o terceros— hay una completa lista de asistencias de conducción: alerta de colisión con frenado automático y detección de peatones, control de crucero con radar y frenado total a ciertas velocidades, alerta de abandono involuntario de carril, encendido y apagado automático de luces largas, monitorización de punto ciego y alerta de tráfico transversal. Todos estos sistemas se ofrecen en el paquete Lexus Safety System+.
Al menos sobre el papel, el Lexus GS F tiene buenos argumentos para poner a temblar a los M3 y C 63. El fabricante asegura que el RC F es más rápido que el M4 de be eme y el RS5 de Audi; teniendo en cuenta que el GS F tiene el mismo motor, las cosas no deberán ir para nada mal con el nuevo deportivo japonés.
En Motorpasión | Lexus RC F, toma de contacto