VinFast sigue el camino de marcas como Rivian y Faraday Future y arrasa con su salida a bolsa. La start up vietnamita, a pesar de su juventud y de no haber demostrado todavía nada, alcanzó más valor bursátil que pesos pesados del sector, como General Motors o Hundai.
Solo unas semanas después de convertirse en un ciclón en Wall Street, se ha desvelado que más de la mitad de los coches que ha vendido VinFast este año los ha comprado la empresa matriz a la que pertenece, denominada Vingroup.
VinFast está rodeada de números espectaculares y muchas dudas
Si no conoces VinFast, debes saber que es el mayor fabricante de coches de Vietnam. Forma parte de un grupo de empresas denominado Vingroup que pertenece a la persona más rica del país asiático: Pham Nhat Vuong. En el año 2017.
Pham decidió fundar su propia marca de automóviles y en todo este tiempo no solo ha logrado hacer realidad su sueño, sino que VinFast está dando que hablar en todo el mundo.
En sus orígenes, VinFast se limitó al mercado local, pero en 2022 anunció su llegada a Estados Unidos. Con el reconocimiento incluido del presidente Joe Biden, el fabricante vietnamita anunció que, además de vender sus coches en el país de las barras y las estrellas, construiría una fábrica en Carolina del Norte.
Desde entonces han pasado varias cosas. VinFast llevó a cabo su plan y aterrizó en Estados Unidos hace unos meses, pero las críticas que recibió fueron nefastas. Los medios americanos llegaron a decir del VinFast VF8 eléctrico, la carta de presentación en EEUU de VinFast, que “es tan malo que te revuelve el estómago”.
Eso no ha impedido que VinFast siga adelante con su proyecto para expandirse a nivel mundial y el pasado 28 de julio puso la primera piedra para levantar su fábrica en Carolina del Norte.
Solo unos días y, a pesar de las críticas recibidas, la start up vietnamita salió a bolsa en Estados Unidos a principios de agosto. Fue un auténtico pelotazo y enseguida logró alcanzar un valor de 86.000 millones de dólares, el doble que General Motors. Desde entonces ha caído, pero sigue valiendo más en bolsa que grandes empresas del sector del automóvil, como BMW, Nissan, Renault o Hyundai.
Que VinFast alcanzase ese valor de 86.000 millones en Wall Street fue especialmente llamativo (y siga valiendo más que otros fabricantes de asentados desde hace décadas), por lo joven que es la marca, la escasa gama de modelos que ofrece, las críticas que ha recibido, el poco protagonismo que tiene en la industria del automóvil a nivel global y, sobre todo, sus números más recientes.
En 2022 solo vendió 24.000 coches, pero es que recientemente Financial Times se ha hecho eco de unas cifras que resultan todavía más curiosas. Este medio asegura que VinFast ha vendido 11.300 coches en la primera mitad de 2023, de los cuales 7.100, es decir, más de la mitad, los compró la compañía Green and Smart Mobility (GSM).
Pues bien, GSM es una empresa de taxis que pertenece al conglomerado Vingroup, el mismo gigante vietnamita que es dueño de VinFast, según señala el medio Barron’s. Esto significa, por lo tanto, que más de la mitad de los coches que ha vendido VinFast este año los ha comprado su empresa matriz, por lo que todo ha quedado en casa, o al menos una gran parte.
La marca vietnamita pretende cerrar el año con 50.000 unidades vendidas en todo el mundo. En total, GSM debería comprar 30.000 de esas unidades, pero es difícil hacerse una idea de cómo conseguirá VinFast vender el resto. Para hacernos una idea, según Automotive News, VinFast solo ha vendido 128 coches en Estados Unidos entre enero y mayo de 2023.
Mientras VinFast trabaja en demostrar de lo que es capaz y prepara su llegada a Europa (mucho más tarde de lo anunciado), grandes figuras del sector del automóvil ya han cuestionado su valor en bolsa, como Luca de Meo, CEO de Renault. “¿Crees que VinFast puede valer más que BMW? Seamos serios”, ha dicho recientemente el máximo responsable de Renault a Financial Times.
En cualquier caso, no es la primera vez que una start up que fabrica coches eléctricos sorprende por el alto valor que alcanza en bolsa para luego desinflarse poco a poco.
Lo vimos con Faraday Future, que más tarde reconoció que infló sus cifras de reservas. También con Rivian, que llegó a valer 60.000 millones de dólares sin haber fabricado ni 1.000 coches y ahora intenta evitar la quiebra.