Francia lanzó este año un nuevo plan de ayudas a coches eléctricos, dejando fuera a los que no se fabrican en Europa. Unos incentivos proteccionistas, ya que dejaban fuera de facto a los coches eléctricos chinos. Ahora proponen un programa de ayudas único a nivel europeo: que los países miembros de la UE apliquen incentivos unificados basándose en su modelo.
Esta medida, como los aranceles definitivos que ya se aplican a los coches eléctricos chinos, irían enfocadas a proteger la industria europea ante la amenaza de la República Popular porque sus coches son artificialmente baratos, precisamente gracias a las ayudas gubernamentales.
Un programa de incentivos europeo que beneficiaría a Francia y también a España
Varios países europeos han venido los últimos años aplicando ayudas a los coches eléctricos para incentivar su compra. En España tenemos el MOVES III, con hasta 7.000 euros de incentivos para eléctricos y enchufables, que terminará en diciembre a menos de que se prorrogue. En Alemania las eliminaron porque no les salían las cuentas, aunque acaban de lanzarlas de nuevo ante la brutal bajada de las ventas de los eléctricos. Lo mismo ocurrió en Noruega.
En Francia, se definieron nuevas ayudas a partir de enero de este 2024: basadas en emisiones en toda la cadena de producción del coche, dejaba fuera a los modelos no fabricados en Europa. Lo que afecta principalmente a los coches eléctricos chinos importados desde la República Popular. Y quieren que su estrategia se extienda y unifique en toda Europa.
Una ayuda de compra única para todos, para empresas y particulares. Así lo ha propuesto el ministro de Industria francés, Marc Ferracci, según recogen medios como EV Magazine. Se trataría de un programa de incentivos que aplicarían por igual cada uno de los estados miembros de la UE.
El programa de ayudas francés valora qué coches pueden disfrutar de las ayudas teniendo en cuenta materiales de producción, las emisiones generadas en su fabricación o el origen de las baterías y el propio coche. Sólo los que cumplen con una puntuación de 60 sobre 80 pueden beneficiarse de estas ayudas, enfocadas a compradores particulares.
Esto significa que en general los cero emisiones fabricados fuera de la UE se quedan fuera. Pero afecta sobre todo a los modelos chinos, que son los más numerosos en el mercado europeo. Aunque no sólo chinos, por ejemplo el Dacia Spring que se fabrica en Hubei (China). También por ejemplo al Tesla Model 3 más barato, que se sigue importando desde la República Popular, o al MG4, uno de los eléctricos predilectos del mercado europeo por su precio competitivo.
Y a su vez favorece a nuestro país vecino, pues hay varios modelos galos que se conciben en plantas francesas: Renault Zoe, Renault Mégane E-Tech, Renault 5 E-Tech, Citroën ëC4 o Peugeot e-2008. Aunque también lo haría a Alemania o a España: en Figueruelas (Zaragoza) se da salida al Peugeot e-208, al Opel Corsa-e y al Lancia Ypsilon eléctrico, además de sus opciones térmicas. Muchos de estos modelos se exportan a otros países europeos.
Además, estas ayudas a la compra unificadas no irían solo enfocadas a particulares, sino también a flotas de empresa y de las administraciones. Un componente clave en su propuesta ya que forman un parte importante del parque de vehículos de cada país y por tanto contribuyen notablemente a las emisiones.
"Tenemos un problema con la competitividad, la demanda y las prácticas comerciales injustas de China. El futuro de nuestra industria automotriz depende de si encontramos una respuesta a estos colosales desafíos", defiende Ferracci.
Una propuesta ante una Europa divida con los coches eléctricos chinos. En todo caso, se trata de una propuesta cuya intención es que se eleve al Parlamento Europeo y se tendrá votar entre los estados miembros. Europa ahora mismo está dividida entre los países que apuestan por el proteccionismo y los que no, por las posibles represalias desde China.
Francia, Italia Grecia o Polonia votaron a favor de los aranceles a los coches chinos, mientras que Alemania se posicionó en contra. España se abstuvo y de hecho está jugando un doble juego, estrechando lazos con China para ser puerta de sus coches a Europa y también como socio estratégico fabricando aquí modelos eléctricos chinos y así ayudarles a salvar los aranceles.