Si bien en la Comunidad de Madrid ha asegurado el futuro de las VTC en la región, las está poniendo bajo lupa mediante una serie de campañas de vigilancia para asegurar que cumplen con la normativa .
La cuarta tendrá lugar ahora en julio: durante todo el mes la Policía Municipal de Madrid, la Guardia Civil e inspectores de la Dirección General de Transportes y Movilidad vigilarán a los trabajadores de estas empresas de transporte con conductor en las estaciones de tren y autobús de la capital, así como en el Aeropuerto de Barajas y en centros de ocio.
Hay que recordar que en junio se aprobó en la Asamblea madrileña la modificación de la Ley de Transportes de la Comunidad de Madrid, que incluye la autorización urbana para que las VTC sigan operando en la ciudad de Madrid y el resto de ciudades de la periferia a partir de octubre.
Era la fecha en la que finalizaba la moratoria de cuatro años que se contemplaba en el denominado 'Decreto Ábalos', que fue aprobado en 2018.
Un 12 % de las VTC no cumple con la precontratación previa
En esta campaña de vigilancia los inspectores de la Dirección General de Transportes de la comunidad controlarán que dispongan de la autorización pertinente para operar como VTC.
Y asimismo que los coches lleven los distintivos obligatorios y que estén cumpliendo la norma de contratación previa (es decir que no estén estacionados para captar usuarios), el cual ha de ser trasladado al Registro de Comunicaciones de los Servicios VTC.
En lo que toca a los agentes de la Policía Municipal y la Guardia Civil, su vigilancia se centrará en el estado del vehículo en sí (estado óptimo de los componentes, ITV pasada etc.) pero también que cuenten con la documentación exigida o pagado el seguro, entre otros.
También controlarán que no excedan la velocidad y que cumplan rigurosamente con las normas de trafico y circulación.
En total, el gobierno autonómico detalla que durante todo julio, se realizarán unos 50 controles vigilando todos estos aspectos en entornos de alta operatividad, como el Aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas, estaciones de tren como Atocha o Chamartín y de autobús de media y larga distancia. También en zonas y centros de ocio.
En las campañas realizadas en los meses de marzo, abril y junio, según detalla la administración regional, se controlaron 3.290 coches, de los cuales 330 fueron denunciados por irregularidades.
La más habitual fue carecer de los distintivos obligatorios (15%) y la captación de clientes a pie de calle sin contratación previa (12%). Además un 8,5 % no los comunicó al Registro de Comunicaciones de los Servicios VTC.
Así, se trata de la cuarta campaña que pone bajo lupa a los VTC este año y que, en parte, busca aplacar el descontento del sector del taxi tras aprobar la normativa que permitirá a estas empresas seguir operando en la capital desde octubre.
Cerca de 9.000 coches VTC prestan servicio en Madrid, que además en esta revisión pasarán a tener la consideración de transporte público discrecional de viajeros, por lo que y sus precios no estarán sujetos a tarifas autorizadas.
Ambos aspectos han sido denunciados por el sector de taxi, que considera además que las limitaciones impuestas a estas empresas son insuficientes: la obligación de la precontratación y el cumplimiento del ratio 1/30 de coches VTC respecto a taxis.