A pesar de que en España la infraestructura de carga está en pañales si nos comparamos con nuestros vecinos europeos, viajar en coche eléctrico cada vez es menos 'arriesgado'.
Así, utilizar electricidad para recargar las pilas implica una planificación que impedirá a veces tomar rutas alternativas o improvisar.
Apps. Para planificar las rutas con antelación y así decidir cuál sería mejor o simplemente para saber de antemano cuánto tiempo va a llevar realizarla, A Better Route Planner es muy útil, además de Google Maps, Electromaps o Chargemap.
Elegir autopistas y autovías y huir de nacionales, donde la posibilidad de encontrar cargadores se reduce. Llevar los cables de carga de tu coche ante la ausencia de éstos en estaciones públicas es otro punto muy importante.
Programar la ruta en el navegador. Es importante introducir el destino y los puntos intermedios, si los hay, en el navegador del coche. Esto no solamente permitirá al navegador indicarnos las paradas necesarias para recargar la batería y cuánto van a durar, sino que ayudará a que las cargas sean más rápidas y por tanto el tiempo que estemos parados sea el menor posible.
Poner en práctica una conducción eficiente, sin acelerones ni frenazos alargará la autonomía, que por otro lado se verá reducida en tramos de puertos de montaña o de subidas y bajadas. Conocer cómo funciona la frenada regenerativa permitirá sacar más partido a la autonomía.
También ayudará no sobrecargar el vehículo con equipaje.
Reservar el punto de carga. Cuando lleguemos a la estación de carga, puede que esté completa. Para evitarlo, es posible reservar el terminal de carga para nuestro coche en función de la hora de llegada prevista. También resulta muy útil reservar alojamientos que cuenten con puntos de carga.
No cargues al lado de otro coche eléctrico (si es posible). En los terminales de carga rápida, lo habitual es que la potencia máxima que ofrecen se reparta entre dos enchufes cuando hay dos coches usando ese terminal al mismo tiempo.
Ten preparada la app vinculada a una tarjeta de crédito, aunque el principal problema a la hora de pagar en una electrolinera es que hay tantas formas de pago como compañías, y a veces resulta tedioso (llavero RFID, código QR...).
Ojo con aparcar el coche al sol en verano, pues el calor afecta negativamente a la autonomía. Lo mismo ocurre con bajas temperaturas: para evitar tirar de batería su queremos calentarnos, mejor precalentar el habitáculo en invierno.
Y sobre todo, tener en cuenta que una cosa es la teoría, y otra la práctica, pues por mucho que intentemos planificar un viaje en coche eléctrico siempre nos encontraremos con contratiempos (puntos de carga no operativos, o aumento de los tiempos de espera para recargar, entre otros).
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