La fiebre por las furgonetas camper está ahí, es una realidad que ha sobrepasado los estándares de las modas. Cada vez son más los preparadores que se adentran en el mundo de las furgonetas vivienda para viajar con la casa a cuestas, pero lo de esta Ford Transit va un paso más allá.
El preparador M-Sport es conocido por hacer modificaciones de los coches y furgonetas Ford para darles un toque de picante, pero en esta ocasión han ido un paso más lejos y lo han hecho con una furgoneta que es al mismo tiempo racing y camper, y no, no ha sido nada barata.
Un techo con un cielo estrellado de 2.000 euros
Esta creación no ha sido para un cliente cualquiera, ha sido un encargo especial para un piloto de motos británico llamado Steve North que buscaba un vehículo con el que poder ir de evento en evento tirando de un remolque sin tener que depender de andar buscando alojamientos, así que pensó en una furgoneta camper, pero no podía ser una cualquiera. Tenía que ser una Ford y tenía que ser deportiva. No en vano, North ya pasó por M-Sport para hacerse un Escort Mk2 de rally.
Dicho y hecho. M-Sport se puso manos a la obra para darle a una Ford Transit nueva una capa de deportividad. Se incluyó un kit de carrocería compuesto de un paragolpes delantero a ras de suelo, llantas OZ de 18 pulgadas con gomas Hankook Ventus S1 Evo 245/45 R18, paragolpes trasero, alerón fijo, doble salida de escape, tintado de lunas y un completo juego de gráficos. También se ha instalado un toldo para el exterior.
El chasis se ha modificado ligeramente con suspensiones 30 mm más cortas y amortiguadores más firmes de la marca Eibach. El motor es un cuatro cilindros turbodiésel de 170 CV y 405 Nm de par motor asociado a una transmisión manual de seis relaciones.
Para el interior se encargó el trabajo a Wellhouse Leisure, quienes empezaron abriendo el techo para alojar un techo elevable. La transformación consta de un mueble con nevera, fregadero, microondas y cocina de gas, además de espacios de almacenamiento y calefacción estática.
Los asientos delantero reciben bases giratorias al tiempo que los traseros mantienen las tres plazas homologadas pero han reducido su longitud y que difícilmente podrá acoger a tres pasajeros con comodidad. El banco trasero está montado sobre raíles para poder desplazarlo y también se hace cama poniéndolos en posición horizontal. La nada discreta tapicería en blanco y azul es cuero-Alcántara.
Obviamente este arsenal de equipamiento no ha salido nada barato, pues Steve North se ha dejado 77.000 libras esterlinas en esta furgoneta camper, lo que vienen a ser casi 86.000 euros al cambio. Y es que de los extras elegidos, solo el techo interior iluminado en plan cielo estrellado cuesta más de 2.000 euros.