Las furgonetas del Grupo PSA, ahora Stellantis, son de las más recurridas en el universo camper y con ellas se atreve la firma Vanderer. Aunque en su caso con las más pequeñas de la familia: es decir que ofrece conversiones para las Peugeot Rifter o Citroën Berlingo, así como para las Opel Combo Life y Toyota Proace City. Su precio arranca en los 29.390 euros.
En esta propuesta el espacio disponible en su interior es menor, así que aprovecha cada centímetro con soluciones modulares ofreciendo hasta tres estancias distintas en un único espacio.
En definitiva la Vanderer es una mini furgoneta camper que se suma a otros vehículos caravaning de bolsillo, como esta autocaravana concebida en un Lada Niva o las mini caravanas One de 7even50 y la portuguesa Cocoon.
Modularidad extrema
Vanderer ofrece su conversión sobre la Citroën Berlingo en su variante XL, cuyas cotas son 4,75 m de largo, 1,84 m de ancho y 1,90 metros de alto. No obstante, también la realizan sobre sus primas hermanas de idénticas dimensiones, la Rifter Larga, la Combo Life L2 o la Proace City Verso Larga.
En todas las mecánica de serie es la gasolina PureTech de 110 CV con cambio manual de seis velocidades, aunque por unos 3.300 euros más se puede optar por el bloque más potente, también gasolina, de 130 CV y con caja automática.
Bien es cierto que los mencionados 29.390 euros incluyen una conversión mínima, dotando a esta pequeña de camper únicamente de lo indispensable: el techo abatible, con varias ventanas y mosquitera, y que incluye la habitual cama doble de techo.
De esta manera, la sala de estar y todos los elementos que la componen, se convierten en un extra. Así encontramos por ejemplo un sofá que se pliega por completo y se retira para levantar la fila de asientos trasera de la furgoneta. Es decir que cuando está desplegado, la bancada trasera queda escondida bajo éste, y cuando está plegado, tenemos una fila de asientos convencional para viajar.
En el menú también está un mueble modular que es mesa, armario y cocina a la vez. La primera es a dos hojas y se despliega cuando se vaya a utilizar, mientras que plegada se desliza descubriendo una encimera equipada con un placa vitrocerámica de inducción.
Además, cuenta con un enorme cajón que, al deslizarse por la zona posterior, esconde huecos de almacenamiento y un segundo fuego a gas con el que se puede cocinar desde el exterior.
En la pared opuesta se aloja un segundo sillón que en uno de sus extremos permite levantar el cojín: bajo este va colocado un pequeño fregadero, con grifo abatible, que va conectado a un tanque de 20 litros de agua potable y a otro de 12 litros para aguas residuales.
Y siguiendo con sus bondades modulares, todos estos muebles traseros se convierten en una gigantesca cama permitiendo pernoctar a otras dos personas adultas o incluso tres.
El precio de estos extras es de 5.950 euros, pero merecen la pena porque convierten el espacio interior de esta camper en salón, comedor-cocina o dormitorio según estén dispuestos.
Por otro lado, el paquete eléctrico supone otros 2.966 euros adicionales e incluye batería auxiliar de iones litio y convertidor de 230V, además de iluminación interior LED, siete tomas USV, cuatro de 12V, tres tomas de 230V (una de ellas con convertidor de tensión) y un panel solar de 140W, que puede alimentar la batería externa para no depender siempre de que esté enchufada a la red.
La Vanderer también puede equipar calefacción, toldo exterior o nevera portátil revestida en madera que, además, puede hacer las veces de escalón exterior.
Sea como fuere, con los opcionales más interesantes está en torno a los 38.300 euros y todo en una pequeña furgoneta con la que se puede viajar más cómodamente y moverse por entornos urbanos en comparación a otras más grandes.
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