La precaria situación económica que alguno de los equipos de la parrilla de Fórmula 1 viven en estos momentos abre una puerta a nuevos inversores y fabricantes. A pesar de que la categoría no vive uno de sus mejores momentos, sigue siendo uno de los mejores escenarios para que las marcas se muestren al mundo y en el caso de los fabricantes de automóviles este efecto se multiplica.
Así parece haberlo visto Sergio Marchionne. El presidente de Ferrari y del grupo FCA (FIAT Chrysler) se ha pasado este fin de semana por el box del equipo en el Gran Premio de China de Fórmula 1 donde ha visto cómo Sebastian Vetel se subía al segundo puesto del podio. En el futuro podría tener más de un box que visitar o, al menos, eso le gustaría.
El relanzamiento de Alfa Romeo es uno de los principales objetivos de Marchionne de cara al futuro. La marca ya presentó el Alfa Romeo Giulia como parte de su lavado de cara y teóricamente a finales de este año o principios del siguiente debería sacar uno de los siete modelos más que el fabricante pretende tener en el mercado antes de 2020. Fecha que ya se retrasó y que en un principio estaba fijada para 2018.
El plan está sobre la mesa, y la inversión de 5.000 millones de euros aprobada, pero falta algo más. Un escenario donde promocionarse y donde dar a conocer la marca en esos lugares donde no es tan conocida ni valorada como en la Europa continental. Esa plataforma podría ser la Fórmula 1.
"La Fórmula 1 es la expresión de máxima tecnología del mundo del automóvil y, teniendo en cuenta los objetivos de Alfa Romeo, creo que la opción debe ser considerada. El mito Alfa nació con las carreras y, de alguna manera, tenemos que volver allí. ¿Cuándo va a pasar? No lo sé" Sergio Marchionne.
Ya el pasado mes de febrero salió a la luz que el presidente de FCA solicitó la pasada temporada al motorista que suministrase las unidades de potencia al equipo Toro Rosso tras su ruptura con Renault. El equipo asentado en Faenza habría sido una buen opción, pero el proyecto no salió adelante.
A día de hoy una de las opciones que Marchionne remarca para Alfa Romeo pasa por el equipo Sauber. La escudería fundada por Peter Sauber no pasa por su mejor momento ni económico ni deportivo. De hecho, se rumorea que podrían tener que ausentarse de algún Gran Premio por falta de capital. Con motores Ferrari desde 2010, al equipo con sede en Suiza, no le vendría mal una inyección de capital y un motorista exclusivo que le ayudase a levantar cabeza.
21 carreras en cuatro continentes
La Fórmula 1 viaja a lo largo y ancho del mundo. Una de las virtudes de Bernie Ecclestone es que ha sabido configurar un calendario por el que además de pasar por lugares emblemáticos, se ha dado cabida a países con mercados emergentes que suponen el escenario perfecto para que las marcas se promocionen.
El Mundial de Rallyes o el Campeonato del Mundo de resistencia son dos categorías en auge pero que no tienen un calendario tan extenso y atractivo comercialmente. La visita de la Fórmula 1 a Brasil, México, Abu Dabi, Rusia, Bakú... hacen de ese fin de semana de carreras un ir y venir de promociones a las que se les puede sacar mucho partido. Por ejemplo, el mercado de Alfa Romeo en Estados Unidos es prácticamente simbólico. Las cifras no están ni mucho menos donde se merecen los coches del "Biscione".
Si Alfa terminase por entrar en la Fórmula 1, el grupo FCA contaría con tres equipos en la parrilla, si contamos al recién llegado Haas F1 Team, con quien Ferrari trabaja mano a mano. Esto no debería ir en detrimento de la competición. En el Mundial de Resistencia el grupo VAG, Volkswagen Audi Group, tiene a Audi y a Porsche en LMP1 compitiendo entre sí, sin mayores inconvenientes. Quizá sea hora de que Alfa Romeo deje de ser una pegatina en los SF16-H y vuelva a una competición en la que ya hizo historia poniendo, entre otros, en pista el mítico Alfa 158/159 "Alfetta", campeón del mundo de pilotos de 1950 y 1951 con Nino Farina y Juan Manuel Fangio a los mandos respectivamente.
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