Hay imágenes que le dan a uno ganas de arrancarse las córneas y buen ejemplo de ello son estas fotografías que retratan nada menos que once deportivos Ferrari abandonados en el campo sin apenas protección y rodeados de maleza. Te hemos contado casos similares de automóviles olvidados, como los de este garaje de Bélgica o este de Carolina del Norte, pero este en concreto nos ha encogido particularmente el corazón...
Casi una década se han pasado estos 'cavallinos' a la intemperie: algunos con una mera lona cubriendo su fisonomía y otros incluso desnudos y sin nada que les protegiera de las inclemencias del tiempo. ¿Cómo es posible que esto haya ocurrido? ¿Quién ha permitido semejante atrocidad? Por supuesto, hay una historia detrás.
Tal y como recoge la publicación Silodrome, pertenecían a un abogado de Texas (EE.UU) al que no le iban para nada mal las cosas económicamente hablando. Según su cuenta bancaria iba acumulando ceros, empezó a desarrollar gusto por los automóviles de altos vuelos.
Empezó con los de casa, comprando un par de Chevrolet Corvette, pero pronto descubrió a las joyas europeas y adquirió un par de Porsche, un Lotus y un Lamborghini. No obstante, fueron los deportivos de la casa de Maranello los que robaron definitivamente el corazón...
Faros y lunas rotas, cubiertos de hojas...
Así, durante años, comenzó a coleccionar deportivos Ferrari, llegando a tener un total de trece modelos en su haber, entre los que se encontraban varias unidades del Ferrari Mondial, el Ferrari 348 o el Ferrari F355, así como un Ferrari 400 o incluso nada menos que un Ferrari Testarossa Monospecchio, uno de los pocos ejemplares de la que fue la primera serie del superdeportivo italiano y que, a día de hoy, es la más valorada.
Pero desgraciadamente el abogado, cuya identidad no ha sido desvelada a petición expresa de la familia para preservar su privacidad, cayó en 2012 gravemente enfermo, y no podía seguir ocupándose de su maravillosa 'cuadra' de cavallinos, así que pagó a un almacén para que los mantuviera a buen recaudo.
Sin embargo, su estado fue a peor y hubo varios meses en los que no pagó el alquiler de la nave, por lo que el dueño de ésta decidió sacarlos fuera, en pleno campo. Y aunque la familia del abogado reanudó los pagos posteriormente y saldó la deuda, los Ferrari nunca fueron devueltos al almacén, por lo que han estado casi diez año tirados literalmente en un solar.
Fallecido el abogado, su familia ha estado varios años intentando recuperarlos y tras un largo y tedioso proceso legal, lo ha conseguido. Eso sí, por el camino se han perdido dos cavallinos y un Rolls-Royce, que también se encontraba en la colección. Seguramente fueron robados.
A ello se suma que los parientes de su dueño sólo han encontrado los papeles de nueve de ellos y que su estado tras varios años al raso no era el mejor precisamente. Pero por lo menos han conseguido vender esos nueve Ferrari a un concesionario que se ha encargado de restaurarlos y de encontrarles dueño. Vivan los happy ending.
Fotos: Silodrome.com.