Esta es la rebuscada historia del Bentley Cresta, diseñado en Italia y fabricado en Francia
Bentley recarrozados a lo largo de la historia hubo muchos, probablemente casi tantos como los de serie. Desde los modelos especiales de Mulliner hasta los Dominator realizados para la familia real de Brunei (en realidad unos Range Rover con aspecto de Bentley), son muchos los modelos raros. Pero el que nos ocupa hoy, no solamente es raro, sino que generó una descendencia que sus creadores no podían imaginarse.
La historia del Bentley Cresta de Facel-Métallon es la de un Bentley fabricado en Francia, diseñado en Italia y que inspiraría más adelante el Bentley Continental cupé, la creación de la marca francesa Facel Vega. Y para colmo, parte de sus rasgos se aprecian en el actual Bentley Bentayga.
De los aviones a la fabricación de Simca y Ford
Francia tuvo varias marcas de lujo a lo largo de su historia, aunque ninguna llegó viva hasta hoy. Pero aunque en muchos casos tuvieron una corta existencia, la gran mayoría dejó una huella importante en la historia del automóvil. La más reciente fue MVS/Venturi, pero en los círculos del automovilismo clásico de la posguerra, Facel Vega es la marca de lujo gala predilecta.
Facel Vega fue creada por un industrial francés, Jean Daninos, en 1954. En 1945, Jean Daninos vuelve de Estados Unidos donde contribuyó al esfuerzo de guerra trabajando en la General Aircraft Equipment. En Francia, era director técnico de la aeronáutica Bronzavia y cuando en 1941 huyó de las tropas nazis, Daninos se llevó las patentes a Estados Unidos.
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A su vuelta, toma las riendas de una antigua filial de Bronzavia ahora independiente, Facel (por Forges et Ateliers de Construction d’Eure et Loire). Facel fabricaba piezas para la industria aeronáutica, pero pronto absorbe otro fabricante (Skar) y se fusiona con Métallon para convertirse en Facel-Métallon.
Jean Daninos hizo su carrera en la aeronáutica, en Morane-Saulnier y Bronzavia, pero comenzó con 22 años en Citroën, de 1928 a 1935, participando en el desarrollo del famoso Citroën 11 CV, el Traction Avant. Y es que el automóvil era su primera pasión. Así, crea una división automóvil para la fabricación de carrocerías y su primer cliente sería Panhard (45.000 carrocerías para el Dyna X84 hasta 1954). En 1948, obtiene otro contrato, esta vez con Simca. Además de la carrocería, se encargaría del montaje del Simca 8 Sport (y más tarde haría lo mismo con los Simca Plein Ciel y Océane). Y en 1951, Ford le encarga la fabricación del Ford Comète.
Todos esos contratos están muy bien para la empresa, pero Jean Daninos quiere fabricar sus propios coches. En 1948, contacta con Rolls-Royce, dueña de Bentley desde 1931 con la idea de fabricar su propio coche de lujo. Justamente, Rolls-Royce quiere proponer modelos más deportivos en Bentley y aprovecha la ocasión para autorizar Daninos a realizar sus prototipos, para ver qué sale de todo esto.
Bentley Cresta, para ir entrenando
Para el diseño recurre a Pinin Farina, que por aquel entonces aún trabajaba en la factoría de su hermano Giovanni, los Stabilimenti Farina. Diseñaron y fabricaron dos prototipos (algunas fuentes hablan de tres) sobre la base del Bentley Mark VI y reciben el nombre de Bentley Cresta.
El Bentley Cresta es presentado en el Salón de París de 1948 y hace una aparición en el Salón de Ginebra de 1949. En ambos casos, crea sensación. Y es que su elegante y depurada carrocería poco tiene que ver con el clásico y obsoleto diseño del Bentley Mark VI. Son como el día y la noche. En los prototipos expuestos en los dos salones, la calandra es más horizontal que alta.
De hecho, viendo la foto de uno de los primero prototipos de Cresta junto al Mark VI, no puedo evitar ver en él el frontal del Bentley Bentayga. Resulta que Pinin Farina ya lo tenía claro hace décadas, la calandra tenía que ser horizontal. Sin embargo, a la dirección de Bentley no le gusta y pide que la calandra sea más alta, es decir más vertical y más imponente.
Jean Daninos acepta y obtiene así la autorización de fabricar el coche en pequeña serie. En 1949, nueve unidades de serie del Bentley Cresta, con la calandra vertical, saldrán de los talleres de Facel-Métallon. Entre sus clientes nos encontramos con el príncipe Rainier de Mónaco, Pamela Churchill o el actor Yves Montand.
Bentley Cresta II: ¿el primer prototipo de Facel Vega?
Para Jean Daninos, el Bentley Cresta era solo el principio. En 1951 y sobre la misma base de un Bentley Mark VI encarga un único ejemplar de un modelo único que sería apodado, Cresta II. El diseño del Cresta II es obra del propio Daninos. Si bien el Cresta era un cupé algo masivo e ideal para el gran turismo, el Cresta II luce una silueta más esbelta que su predecesor. El perfil es más deportivo y el frontal ya poco tiene que ver con un Bentley. Es también menos espacioso, según la propia Facel es un 3-4 plazas (supongo que será en función de la talla de los pasajeros traseros).
El diseño del Cresta II es tan personal que Jean Daninos no dudará en usarlo, debidamente evolucionado, para los Facel Vega que saldrían al mercado tres años más tarde. No hay certeza de ello, pero parece evidente que ese modelo único realizado expresamente por Daninos era la antesala de lo que imaginaba: crear su propia marca con un diseño muy personal. Y no es solo en el frontal que se aprecia el parecido con los Facel Vega, la formas de las aletas de la zaga y la línea de caja muy alta para la época en relación a la línea de techo, son también características que lucirían los Facel Vega.
Si bien el Bentley Cresta II fue el precursor de los Facel Vega, el Bentley Cresta sirvió de inspiración y balón sonda para Bentley a la hora de lanzar un nuevo modelo al mercado: el Bentley Continental Coupé realizado por Mulliner.