Mientras llega el BMW serie 7 M del que el otro día os hablaba Dani, y para aquellos clientes que no puedan esperar al siguiente movimiento de la sección Motorsports de la casa bávara en su berlina de representación, el preparador americano Alpina tiene un sustituto para este verano que puede hacer sus funciones, el nuevo BMW Alpina B7 Biturbo.
En su esencia más pura, la cuarta generación del Alpina B7 se trata de una adaptación del concepto M5 a la serie 7, ya que adopta el aguerrido bloque V10 biturbo derivado de la competición y que eroga 507 CV para ofrecer un comportamiento mucho más racing.
Suspensiones y frenos se ven mejorados en consonancia con discos más grandes y muelles más duros, pero su elevado tonelaje resulta algo más difícil de adelgazar y controlar, dado que la lista de equipamiento y opciones es más larga que la cola del Inem. Y ello a pesar de las llantas de 21 pulgadas, siempre con el diseño multiradio característico de la marca claro.
No se si cuando veamos el definitivo BMW M7 en la calle, si es que llega, la solución técnica utilizada sería esta o más bien adoptará el V8 biturbo de 550 CV que van a estrenar el X5M y X6M, que no MX5 ni MX6 cuidado que el orden de las siglas importa, pero desde luego tendría mucho más sentido esta última opción.
Por otro lado yo me pregunto, ¿qué razón lógica puede llevar al potencial cliente de la exclusiva, representativa y elegante serie 7 a querer una versión M? Máxime cuando el buque insignia de la casa de las hélices acaba de recibir el impresionante motor V12 de 6 litros y 540 CV tanto para su carrocería estándar como para la lujosa versión alargada.
Esta última motorización, llamada BMW 760i se diferencia del resto de la gama por detalles cromados en la parrilla y por unos escapes trapezoidales por los que respiran a gusto la batería de cilindros, y a mí desde luego me parece una opción que le viene como anillo al dedo a un coche de sus pretensiones.
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