El VR6 del Grupo Volkswagen es uno de los motores más legendarios que existen. Lo han utilizado varias marcas en todo tipo de coches, incluso hay motos que han recurrido a esta mecánica tan particular que siempre ha destacado por sonar a gloria.
34 años después de llegar al mercado, Volkswagen dejará de utilizarlo y dirá adiós para siempre al mítico VR6. El último coche que lo ha utilizado es el Volkswagen Atlas que se vende en Estados Unidos, pero las normativas de emisiones le han obligado a cambiarlo por un cuatro cilindros turbo.
Un motor atmosférico de seis cilindros muy versátil y con un sonido muy especial
Igual que ciertos coches pasan a la historia por lo buenos que son, hay motores que tienen tan buena fama que acaban siendo especialmente populares. No hace falta irse muy atrás en el tiempo para encontrar varias mecánicas de este tipo, como el famoso motor V6 de Alfa Romeo, más conocido como ‘Busso’, el mítico M54 de BMW (también gasolina de seis cilindros, pero en línea) o el 1.9 TDI del Grupo Volkswagen.
Precisamente, el Grupo Volkswagen es una de las compañías que más motores famosos ha hecho a lo largo de las últimas décadas. Más allá de sus míticos TDI de finales de los años 90 y principios de los años 2000 que permitieron a muchos modelos ‘andar’ mucho y gastar muy poco, el gigante alemán hizo otras mecánicas que han pasado a la historia: V10 TDI, W12, ‘3L’ TDI, el W16 de Bugatti... pero hay un motor de Volkswagen especialmente popular: el VR6.
A finales de los años 80, Volkswagen desarrolló este motor gasolina de seis cilindros colocados en una V más estrecha de lo habitual. La V de su nombre viene por la configuración de las dos bancadas de cilindros, mientras que la R viene de la palabra alemana “Reihenmotor”, que significa motor en línea y Volkswagen la empleó en otras mecánicas, como el motor R5 TDI de cinco cilindros en línea del primer Volkswagen Touareg. En el caso del VR6, la mención al motor en línea hace referencia a que esta mecánica recuerda a un propulsor de ese tipo, a pesar de ser un V6.
Esa era una de las ventajas del VR6 de Volkswagen. Tenía unas dimensiones muy compactas para ser un motor de seis cilindros en uve, similares a las de un motor en línea, por lo que se podía colocar transversalmente en coches de tracción delantera, en el mismo hueco en el que cabía un motor de cuatro cilindros en línea.
Volkswagen lanzó al mercado el VR6 en 1991, con los Volkswagen Passat y Corrado europeos. Ese primer VR6 era un 2.8 que desarrollaba 190 CV, sin embargo, este motor empezó a ganar popularidad un año más tarde, con el lanzamiento del Volkswagen Golf mk3, que también lo utilizó en su versión tope de gama.
Desde entonces, varias marcas del Grupo Volkswagen utilizaron este propulsor con distintas configuraciones en todo tipo de coches, desde compactos, como el Volkswagen Golf o el Audi A3, hasta grandes SUV, como el Volkswagen Touareg y el primer Porsche Cayenne, pasando por furgonetas, como la Volkswagen Transporter T4, por monovolúmenes, como el SEAT Alhambra y el Volkswagen Sharan, por berlinas, como el Volkswagen Phaeton y, por supuesto, por deportivos, como el Audi TT. Incluso hay motos que han utilizado esta mecánica, las Horex.
El VR6 siempre se ha caracterizado por sonar muy bien y por ser un motor con una entrega de potencia muy agradable, lineal y muy lleno prácticamente a cualquier régimen. Sin ser el adalid de la fiabilidad, tampoco ha dado grandes problemas, todo lo contrario, por ejemplo, al V10 TDI del Touareg. Por supuesto, también por ser un motor muy versátil.
Y es que, entre las múltiples variantes del VR6, que ha tenido versiones de entre 2.5 litros y 3.6 litros, tanto de 12 válvulas como de 24 válvulas, estuvieron las que utilizaron los Golf R32 mk4 y Golf R32 mk5, ambos son evoluciones del citado Golf VR6 de tercera generación y son dos de los compactos más icónicos de todos los tiempos, especialmente el mk4.
Se llamaba R32 porque era un VR6 de 3.2 litros y esa misma configuración se utilizó en el exclusivo Volkswagen New Beetle RSi, en el no menos raro Audi TT 3.2 de primera generación y en el Audi A3 3.2, un lobo con piel de cordero que, además de ser un compacto muy lujoso, era muy rápido. En todos los casos, el VR6 iba ligado a un sistema de tracción total.
Porsche también utilizó el VR6 de 3.2 litros en el primer Cayenne y, más tarde, con la segunda entrega del SUV, recurrió a un VR6 de 3.6 litros, similar al que utilizó el Volkswagen Passat R36. El motor VR5 de cinco cilindros del Volkswagen Golf mk4 también se puede considerar una variante del VR6 porque era, básicamente, el VR6 con un cilindro menos.
A lo largo de los últimos años, Volkswagen ha utilizado el VR6 en algunos modelos destinados al mercado norteamericano y al chino: Volkswagen Teramont, Volkswagen Talagon y Volkswagen Atlas.
Este último deja ahora de estar disponible con esta mecánica para cumplir con las normativas de emisiones más estrictas de la EPA estadounidense y eso supone decir adiós al VR6, después de casi 34 años de historia. En Europa, hace tiempo que ningún coche utiliza el VR6.