Hennessey lo ha conseguido. Después de años y años trabajando por conseguir fabricar su propio hiperdeportivo, el Hennessey Venom F5 se ha convertido en una realidad.
No hay mejor manera de celebrarlo que vendiendo toda la producción del modelo, limitada a 24 unidades, pero mientras solo unos pocos lo van a poder disfrutar en persona, nosotros nos tenemos que conformar con vídeos que nos acerquen a esta bestia de más de 1.800 CV.
Hennessey Venom F5: un tornado para hacer sombra al Bugatti Chiron
La fábrica norteamericana ha publicado un interesante vídeo de 7 minutos en el que Nathan Malinik, director de Diseño de Hennessey, nos cuenta todos los pormenores de un hipercoche en el que la aerodinámica es una pieza fundamental.
Malinick nos cuenta cómo han llegado al extremo de minimizar el espesor del emblema frontal de la marca para evitar que repercuta negativamente en el flujo de aire.
Los faros delanteros toman la forma de una F, en alusión a la denominación F5 del coche, que a su vez se refiere a los huracanes de categoría cinco, los más poderosos catalogados.
Otros rasgos interesantes son los air curtain destinados a limpiar el flujo de aire de las ruedas delanteras y que al mismo tiempo generan carga aerodinámica, las canalizaciones tras los pasos de rueda delanteros que minimizan las turbulencias y dirigen el flujo hacia las tomas de aire traseras o las tomas de aire que van directas al airbox para producir más presión en la admisión a medida que se aumenta la velocidad.
El paragolpes trasero tiene el mérito de ser, según Malinick, el elemento de fibra de carbono más grande realizado de una sola pieza en la industria de la automoción. Es una pieza moldeada y perforada en toda su superficie para extraer el aire caliente del hueco del motor.
Pero más allá del diseño, en su interior se esconde un descomunal motor 6.6 V8 biturbo que puede desarrollar un máximo de 1.842 CV (1.817 HP) y 1.617 Nm de par motor dirigidos exclusivamente hacia las ruedas traseras.
El objetivo evidente del Hennessey Venom F5 es convertirse en uno de los coches más rápidos del mundo. De momento ya superó los 320 km/h con la mitad de su potencia, y ahora tiene en el punto de mira a un compatriota: el SSC Tuatara.
El Tuatara consiguió una media de 455 km/h en las pruebas certificadas para el récord, pero logró superar los 500 km/h adelantando a los Bugatti Chiron y Koenigsegg Agera RS con un registro de 508,73 km/h.
El interior es una ejecución simple pero espectacular. Todo es fibra de carbono o titanio. Las únicas concesiones a la comodidad en el resto del habitáculo son las inserciones justas de cuero allí donde los ocupantes vayan a interactuar con el coche.
El volante es más un mando de una aeronave que un volante propiamente dicho. Ni es circular ni está completo, suprimiendo la parte superior para maximizar la visibilidad. Algo fundamental en un coche extremadamente rápido.
La guerra al peso ha sido una constante. Los 1.361 kg que pesa el Venom F5 son fundamentales para conseguir unas prestaciones máximas, y eso se refleja en elementos como los asientos fabricados íntegramente en fibra de carbono y que tienen un peso que no llega a los 4 kg cada uno.
En Motorpasión | La crisis energética china promete un caos para la industria automotriz en Europa. Del efecto mariposa a la sangría de puestos de trabajo