Llamado a ser el nuevo buque insignia de la marca, el Audi Q8 se desvelaba el pasado mes de junio. Se trata de un crossover coupé que se distingue por hacer uso de la tecnología mild-hybrid y cuya única opción disponible por ahora en el mercado es el Q8 50 TDI, que ya hemos conducido y que monta un propulsor diésel V8 de 286 CV. Bien, pues ABT no ha tardado en meterle mano para sacarle 330 CV de entrega.
Era cuestión de tiempo que el preparador especializado en las marcas del Grupo Volkswagen nos mostrase su visión propia del recién llegado Audi Q8. Lo hace como acostumbra, centrándose en llevar más allá su mecánica, además de aportar nuevos elementos estéticos que le confieren un aspecto algo más radical.
Así, este Audi Q8 según ABT viene a unirse a las ultimas preparaciones estrenadas por la firma alemana, como es el caso del Audi SQ5 o el Škoda Kodiaq. Parece que ABT también le ha cogido el gusto a esto de los SUV, aunque mucho tiene que ver que las marcas no hagan más que estrenar nuevos exponentes de este segmento, que se ama o se odia sin término medio.
330 CV y 650 Nm en el menú
ABT ofrece lo que denominan el paquete ABT Power Boost, que se materializa en una unidad de control eléctrónica firmada por el especialista germano y que permite elevar la entrega del V6 TDI de 3.0 litros del Audi Q8 hasta los 330 CV, frente a los 286 CV que rinde de serie. Esto se traduce en un 15% más de potencia respecto a la variante convencional y que vienen siendo un extra de 44 CV.
Gracias a estos ajustes electrónicos, el par máximo del Audi Q8 ABT también se incrementa ligeramente, pasando de los 600 Nm a los 650 Nm. Por lo demás, no encontramos más cambios a nivel mecánico: el Q8 sigue gestionándose por un cambio secuencial Tiptronic de 8 velocidades y mantiene su configuración microhíbrida.
El preparador alemán no desvela cifras prestacionales, aunque entendemos que ese extra de potencia le permitirá mejorar las oficiales, como por ejemplo esos 6,2 segundos que tarda en alcanzar los 100 km/h desde parado.
A nivel estético, los cambios exteriores se limitan a unas llantas de 22 pulgadas concebidas por ABT, con dos diseños disponibles: el ABT FR o el ABT SPORT GR. En el habitáculo se ha sustituido el botón de parada y arranque por uno donde puede leerse el logo del prepardor. Asimismo, cuando se abre la puerta del conductor, la insignia de ABT se proyecta sobre el asfalto. Tiene pinta que esta preparación será sólo un aperitivo, ya que la gama del Q8 se ampliará en 2019 lo que incluye su variante más potente, que montará un TFSI también V6 y de 3.0 litros, pero con 340 CV de potencia.