Echarse una cabezadita a mediodía por mucho que se asocie a la “siesta española”, es algo humano y casi universal. Es incluso considerado como algo saludable, siempre y cuando no se haga al volante de un coche en marcha, claro.
Aun así, siempre hay alguien que escoge el lugar más inapropiado de todos para echarse una siesta al mediodía: el asiento del conductor de su Tesla en marcha, Autopilot mediante.
Mientras circulaba por la Autobahn A70, ese conductor había activado el control de crucero activo de su Tesla, o Tesla Autopilot, y se había echado una siesta, según ha anunciado este jueves la Polizei Bayern (Policía de Baviera).
Agentes de la policía de tráfico de Bamberg que circulaban en una patrulla por la autopista A70 se percataron de que un varón de 45 años que conducía un Tesla se había quedado dormido al volante mientras viajaba desde Bamberg en dirección a Bayreuth.
Alrededor de las 12:00 horas, la patrulla policial quiso someter al conductor a un control de tráfico, pero este no reaccionó a las señales de alto ni a las sirenas de la patrulla, según el comunicado de la policía.
Observaron, además, que el Tesla mantenía constantemente la misma distancia con el coche patrulla de delante y a una velocidad de 110 km/h.
"Los agentes se dieron cuenta de que el conductor del Tesla estaba reclinado en su asiento con los ojos cerrados y sus manos no estaban en el volante", explicó la policía. "Esto reforzó la sospecha de que había permitido que el Autopilot tomara el volante y se había quedado dormido".
Tardó 15 minutos en despertarse
Al cabo de unos 15 minutos, el hombre se despertó por fin y siguió las instrucciones de la policía. Durante el control, mostró síntomas relacionados con las drogas.
Los agentes también encontraron una suerte de peso en el volante para así engañar a la función de seguridad del vehículo simulando que la mano está en el volante.
Si bien en Alemania los sistemas de conducción autónoma son legales y pueden usarse hasta una velocidad de 130 km/h, la realidad es que a pesar de su nombre comercial de Autopilot, el de Tesla no es un sistema de conducción autónoma en la que uno se pueda desentender de la conducción y que el coche conduzca sólo. De hecho, la marca ha sido demandada por publicidad engañosa.
Al igual que con cualquier otro control de crucero activo es preciso mantener las manos en el volante y la atención en la carretera, algo que estos controles vigilan con un sensor en la dirección.
De ahí que ese “conductor” haya usado un artilugio para engañar al sistema y hacerle creer que sus manos estaban en el volante. "Este dispositivo se coloca en el volante para engañar al sistema de seguridad del vehículo simulando que la mano está en el volante", dice el comunicado de prensa.
El hombre se ha quedado sin permiso de conducir de forma cautelar a la espera de una decisión judicial sobre el asunto. La policía ha presentado contra él cargos por "poner en peligro el tráfico rodado", es decir, poner en peligro el resto de usuarios de la vía.
Es también un episodio más que alimenta la polémica acerca del Autopilot en Alemania, el cual está bajo la lupa de las autoridades alemanas desde el pasado mes de septiembre.