"El futuro de los coches es autónomo y creo que es obvio que será así. Todos los Tesla serán autónomos". Elon Musk ha puesto nuevo rumbo a Tesla, que se convertirá en una firma de robotaxis que conducen solos. La primera piedra es el Tesla Cybercab, recién presentado y que sigue en desarrollo.
Musk promete que su flota de Cybercabs estará presentando servicio en 2026 o en 2027 a más tardar. También pretende venderlo a particulares. Una promesa que expertos y analistas ven con escepticismo por el desafío técnico y regulatorio que supone. El responsable de la sección automotriz de NVIDIA lo reafirma: los coches totalmente autónomos no están ni cerca de serlo.
"Si una empresa comete un error, toda la industria se retrasará unos años"
Así de tajante se ha mostrado Ali Kani. Entrevistado por Autocar, considera que es muy poco probable que los coches completamente autónomos puedan circular por la vía pública hasta bien avanzada la siguiente década. "Es una maravilla de la próxima década. No estamos cerca de lograrlo. Es muy difícil", sentencia.
NVIDIA desarrolla hardware y software que ya incorporan marcas como la propia Tesla, además de Mercedes-Benz, JaGUar y los modelos Land-Rover o Volvo en sus sistemas de conducción asistida o multimedia y de conectividad. La tecnológica ha invertido mucho en ampliar su presencia en la industria automovilística para aprovechar el crecimiento de la demanda de sus chips, impulsada precisamente por los sistemas autónomos.
La tecnología no está madura, ni es segura. Según Kani, para que los coches puedan realmente conducir solos se exige otro paso adelante en potencia de software y tecnología. "Ese tipo de modelo requiere mucha más potencia de procesamiento, mucho más ancho de banda de memoria. Se necesitan más sensores LiDAR o radares, y algoritmos redundantes para garantizar su seguridad, y estos deben ejecutarse en paralelo, lo que significa más procesamiento".
La industria evoluciona rápido, y lo que vale ahora, no lo hará en poco tiempo: "El software que estamos desarrollando ahora es muy diferente al que estábamos desarrollando el año pasado. Ahora estamos trabajando en modelos de lenguajes grandes, como ChatGPT con vídeo. Nadie estaba haciendo eso en la industria del automóvil hace tres años".
Kani explica que la generación actual de sistemas ADAS, sean más o menos avanzados, funcionan gracias a un software de planificación que predefine cómo debe responder el coche en determinadas situaciones. En cambio, los coches verdaderamente autónomos deberán interactuar con el entorno de forma más natural y orgánica. Esto se conseguirá gracias a lo aprendido por los sistemas de conducción asistida ahora existentes, tras años de experiencia, de recabar datos y de ensayo y error.
Porque, ante todo, los coches autónomos deben circular de una forma segura. Los sistemas de hoy, siguiendo parámetros planificados, pueden aún comportarse de forma brusca, acelerarse descontroladamente o hacer una frenada fantasma. Cuando realmente sean viables comprenderán el entorno de forma natural y actuarán en consecuencia.
Ir demasiado rápido con los coches autónomos podría retrasarlos. El responsable de NVIDIA señala que es fundamental que la industria no se precipite con la conducción autónoma: "Se debe avanzar con lentitud. Si una empresa comete un error, toda la industria se retrasará unos años. Por eso tenemos que actuar de la forma más responsable y no tomar atajos. Solo se podrá hacer cuando se demuestre que realmente es seguro".
Con esto lanza un dardo directo a Tesla, que pretende poner a funcionar el año que viene su flota de robotaxis. Esto supone poner en circulación al Tesla Cybercab: un coche que no tiene ni volante ni pedales. Tesla ya se está preparando para probarlo en la vía pública a la par que sigue desarrollando su tecnología autónoma, basada en su sistema actual que de momento sigue siendo SAE 2 y obliga a llevar las manos en el volante.
Poco ha adelantado la de Elon Musk sobre la tecnología que permite conducir solo al Cybercab. En su presentación no se aclaró apenas nada sobre las capacidades del Cybercab, su hardware y su tecnología de sensores o cámaras, así como aspectos en materia de seguridad. Esto despertó el escepticismo de analistas y expertos, que ya entonces dudaron de que pudiera lanzarse en 2026.
Son aspectos clave para un robotaxi, pues los que ya operan, como los de Waymo o Cruise (y que son coches adaptados con volante y pedales), han firmado no pocos incidentes. Cruise hasta se vio obligada a retirarlos de sus calles.
Además el Autopilot FSD vuelve a estar investigado por la NHTSA, la DGT estadounidense. Tesla ya tuvo que actualizarlo para que fuera menos permisivo (y dejar claro que necesita supervisión continuada del conductor), pero tras nuevos incidentes la NHTSA está ahora determinando que fuera suficiente. Según la NHTSA, desde su lanzamiento, el Autopilot ha contribuido a 467 colisiones, 13 de ellas con víctimas mortales.
La NHTSA también está analizando si es segura la versión definitiva de la función Smart Summon, que permite invocar el coche aparcado desde el móvil y que conduce solo varios centenares de metros. Pese a ser la "buena de verdad" los usuarios han notificado decenas de incidentes por chocarse contra otros coches u obstáculos de la vía que no detectaron.
A vueltas con la regulación. Además de por la tecnología en sí, y consecuencia de ello, Tesla debe superar barreras regulatorias. Primero, para que el Tesla Cybercab pueda prestar servicio, necesita conseguir la autorización de la NHTSA. El organismo de seguridad nunca la ha concedido a un coche sin volante ni pedales para el transporte de pasajeros. El Cruise Origin, de idénticas características, no lo consiguió en los dos años y medio que estuvo en desarrollo. Finalmente, General Motors ha cancelado el proyecto.
Tesla ahora trabaja en un plan de viabilidad de taxis autónomos que quiere presentar en Austin (Texas). En este estado la normativa es más laxa, pues trata a los coches autónomos como coches convencionales: deben cumplir un mínimo de seguridad y ya. En todo caso, necesitará igualmente el visto bueno de la NHTSA y de momento Tesla ni siquiera ha solicitado la autorización.
Con su posición como asesor en el Ejecutivo de Donald Trump, Musk tendrá mano para cambiar la normativa. Es más, el equipo de transición del republicano tenía sobre la mesa la liberación de la ley que rige los coches y vehículos autónomos para cambiarla por "regulaciones básicas que permitan el desarrollo" de esta tecnología y "el avance de la industria automovilística". Pero con una tecnología aun lejos de estar madura, podría ser un paso en falso como ha señalado Kani.
Hoy, hay sistemas más avanzados que los de Tesla, como el Blue Cruise de Ford que exime de llevar las manos en el volante. Pero este solo puede activarse en autopista, en un mapeado predeterminado y que excluye tramos donde pueden no ser seguros. El Drive Pilot de Mercedes, que es el único disponible con nivel SAE 3, igualmente solo opera hasta 60 km/h.
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