A principios de mes se produjo en EEUU una llamada a revisión de 11.704 coches de toda la gama Tesla (Model S, Model X, Model Y y Model 3) fabricados a partir de 2017 por un fallo en el software que podía causar una activación inesperada del asistente de colisión frontal -sin registrar un peligro inminente- y activar los sistemas de frenado automático de emergencia.
Días después de solucionar el problema, llega ahora una nueva llamada para 7.600 Model S y Model X fabricados este año, por un fallo relacionado con el airbag del conductor.
No es un fallo relacionado con los volantes tipo yoke
Se trata de una anomalía detectada por uno de los proveedores de Tesla (TRW Steering Wheel Systems) en un control de calidad, quien verificó que la cubierta del volante de algunos vehículos podría llegar a desgarrar parte de la costura de la bolsa del airbag en caso de activación.
Un fallo que lógicamente podría resultar peligroso, por impedir que la bolsa del airbag se inflase correctamente en caso de ser necesario y, por tanto, restar efectividad al principal cometido del airbag. Los polémicos volantes “tipo Yoke” no están relacionados con este fallo.
Los vehículos afectados por esta llamada a revisión registrada con el código 21V-868 por la National Highway Traffic Safety Administration o NHTSA (máxima autoridad federal en cuestiones de seguridad del automóvil en Estados Unidos) son parte de los Model S producidos entre el 21 de junio y el 29 de septiembre y Tesla Model X fabricados entre el 3 y el 23 del septiembre de este año.
Tesla ha comunicado que reemplazará los airbags de todos los vehículos afectados por esta anomalía a partir del día 7 de enero de 2022 de forma gratuita por unos de nuevo diseño reforzado. Los centros oficiales de la marca ya han sido notificados y los propietarios serán avisados por correo ordinario.
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