Una vez más la seguridad nacional hace acto de presencia en el tablero de la industria automotriz y las relaciones internacionales. Según se han hecho eco medios de todos los rincones del mundo, el Ejército chino ha prohibido la entrada de coches Tesla a sus instalaciones.
Parece que China ve las cámaras de los coches eléctricos de la compañía como posibles 'espías'. Elon Musk ha salido al paso de la decisión negando este posible uso de sus vehículos.
Recordando el episodio TikTok de Trump
Medios como The Wall Street Journal han informado que el Gobierno chino estaba restringiendo al "personal militar y empleados de empresas estatales clave" la conducción de los vehículos de Tesla "citando preocupaciones de que los datos que recopilan los automóviles podrían ser una fuente de filtraciones de seguridad nacional".
La orden emitida por el Ejército aconseja a los propietarios de Tesla que estacionen sus vehículos fuera de la propiedad militar o de zonas consideradas sensibles.
Según ha publicado Reuters, desde el Ejecutivo central del país comunista se han dado estas órdenes para evitar que las cámaras puedan exponer información de agencias clave; todo en un momento en el que Estados Unidos y China aún trabajan por resolver las tensiones que sembró Donald Trump durante su mandato.
Ante este panorama, Elon Musk ha querido aclarar lo evidente: a Tesla no le interesa traicionar la confianza de China, pues es un mercado clave para el fabricante y necesita poder seguir desarrollando su actividad en su suelo.
"Hay un incentivo muy fuerte para que seamos muy confidenciales con cualquier información", ha dicho el multimillonario en declaraciones recogidas por la CNN. "Si Tesla usara vehículos para espiar en China o en cualquier lugar, nos cerrarían".
Musk ha querido comparar el asunto con el intento de Trump en 2020 de prohibir la famosa plataforma china TikTok por considerarla peligrosa para la seguridad nacional:
"Mucha gente estaba preocupada por TikTok. Pero creo que este tipo de preocupación es innecesaria y deberíamos aprender lecciones de ello", ha dicho.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China ha declarado que el país está dispuesto a acoger a cualquier empresa extranjera que esté dispuesta a invertir "de acuerdo con las leyes y regulaciones".
Lo cierto es que Estados Unidos y China siguen sumidos en una especie de Guerra Fría tecnológica cuyo fuego se aviva cada vez más por la carrera del 5G, donde el país asiático es líder.
No olvidemos que EEUU tiene una larga lista negra repleta de empresas chinas, como Huawei, y también de personas -como investigadores, científicos y académicos- a las que se les prohíbe viajar al país norteamericano.
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