Si Nürburgring se conoce como el Infierno Verde, es por algo. Jackie Stewart le dio ese sobrenombre al difícil trazado alemán, al "más grande y desafiante circuito de carreras del mundo", según su valoración. Y esa cualidad es lo que ha hecho del Ring el circuito de pruebas más exigente de todos.
Tanto es así, que poner a punto un coche para hacer frente a ese trazado puede ser todo un quebradero de cabeza. Especialmente si el coche que preparas cuesta un dineral. ¿Cómo sabes que los 1.500 CV de un Bugatti Chiron se van a entregar sin ardores? ¿Cómo saber si el mismo motor o si el superdeportivo en su conjunto serán capaces de soportar enormes fuerzas g en el circuito?
Respuesta corta: simulando. Respuesta no tan corta: mira estos vídeos.
Not seen this before: @Bugatti engine rig simulates a flat-out run of the @nuerburgring, #chiron #hypercars pic.twitter.com/pwu6IpVQKq
— James Mills (@squarejames) 18 de marzo de 2017
Here's how @Bugatti ensured the suspension of the new Chiron is up to the task of managing 1500bhp, @ST_Driving #hypercar #billionaireclub pic.twitter.com/1IEKEDQxu9
— James Mills (@squarejames) 17 de marzo de 2017
En efecto: el Bugatti Chiron se entrena para Nürburgring (y lo que surja) usando unos utillajes que, en movimiento, resultan alucinantes. Tanto el banco que menea el motor como el artilugio que pone a prueba la suspensión —y que parece sacado de una extraña cámara de torturas mecánicas— deben de valer su peso en oro, si tenemos en cuenta el dinero que deben de ahorrar al evitar meter coches y más coches en circuito.
Vía | Jalopnik
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