
La Unión Europea es muy activa a la hora de prohibir y regular. En su día, tuvimos que dejar de utilizar la gasolina con plomo por este motivo, también nos despedimos del amianto y, más recientemente, nos hemos tenido que acostumbrar a las botellas de plástico con tapón incluido.
Pero no es suficiente: ahora Bruselas ha fijado en su punto de mira la fibra de carbono. La Unión Europea considera que es un material peligroso a la hora de reciclarlo y se plantea prohibir su uso a partir de 2029.
Primero los tapones de las botellas de plástico, ahora la fibra de carbono
Hay ciertas cosas que han marcado un antes y un después en la industria del automóvil, como la inyección electrónica, el ABS o las luces LED. Otro de esos avances es la fibra de carbono.
La fibra de carbono es uno de esos avances que marcan un antes y un después en la industria del automóvil. Los coches de carreras empezaron a utilizar este material hace décadas, rápidamente fue imprescindible en competición y ahora también lo es en los coches de calle.
Primero se usaba exclusivamente en los superdeportivos y, con el tiempo, este material se ha ido abaratando y ha llegado a modelos más mundanos, de hecho, con la expansión del coche eléctrico, la fibra de carbono ha ganado todavía más peso en la industria.
Es un material clave para el automóvil por un sencillo motivo: tiene un extraordinario compromiso entre ligereza y resistencia. Para que te hagas una idea, es más resistente a los impactos que el acero y es más ligera que el aluminio. Además, da mucho juego desde el punto de vista del diseño porque es una fibra sintética altamente maleable. Además, es un material muy resistente al calor y, en general, a los agentes externos.
Su mayor desventaja siempre ha sido el precio porque su coste de producción es elevado, pero ahora es mucho más asequible que hace años, por eso se utiliza tanto en otras industrias, como la de la bici o incluso para hacer gafas de sol, pulseras o carcasas de móviles.
Pues bien, ahora que su precio está bajando, a la fibra de carbono le ha salido un enemigo: la Unión Europea. Este material se acaba de topar con el incansable ánimo de Bruselas a la hora de prohibir y regular, que ha clasificado a la fibra de carbono como “material peligroso” y plantea prohibir su uso a partir del año 2029.
Carscoops asegura que, según un nuevo informe, el Parlamento Europeo ha decidido revisar la Directiva sobre el fin de la vida de los vehículos (ELV por las siglas en inglés de End-of-Life Vehicles), que regula el desmantelamiento y el reciclaje de los vehículos fuera de uso para reducir el impacto medioambiental. Con esta revisión, la fibra de carbono se clasifica, por primera vez, como “material peligroso” y aparece en la misma lisa que el mercurio, el plomo o el cadmio.
El motivo por el que la Unión Europea considera que la fibra de carbono es un material peligroso es que los finos filamentos con los que está hecha pueden quedar suspendidos en el aire cuando se deshecha y tienen riesgo para el ser humano, tanto por el contacto con la piel como por el contacto con las mucosas. De momento, eso sí, la revisión de la Directiva es solo un borrador.
Según señala Nikkei, los fabricantes japoneses producen controlan más de la mitad del mercado mundial de la fibra de carbono, por lo que el país nipón sería uno de los grandes afectados si este borrador sale adelante. Si la Unión Europea no llega a prohibir el uso de la fibra de carbono en los coches, sí podría regular mucho su uso.
El mercado mundial de la fibra de carbono llegó a los 5.480 millones de dólares en 2024, según cuenta Nikkei con datos de Roots Analysis, y las previsiones dicen que crecerá a una tasa media anual del 11%, hasta alcanzar los 17.080 millones de dólares en 2035.
Buena parte de este crecimiento tiene que ver con la expansión del mercado de los vehículos eléctricos porque necesitan ahorrar peso y con este material es más sencillo conseguirlo.
Los automóviles representan entre el 10% y el 20% de todas las aplicaciones de la fibra de carbono, por lo que este sector es determinante para la industria del material compuesto. La Directiva no afectaría a otros sectores en los que la fibra de carbono tiene mucho peso: el aeroespacial y el de la energía eólica (se usa en las palas de los aerogeneradores).
Imágenes | Parlamento Europeo, Shelby, Bugatti, McLaren, BMW