Si eres de los que te mareas al viajar en coche o en barco no estás sólo. Se trata de un problema muy común para el que un grupo de investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y de la Universidad de Washington (EEUU) podrían haber encontrado una solución: un fármaco que ya existe.
El trabajo de estos científicos, publicado recientemente en PNAS, revela además cuál podría ser el origen de estos mareos y explicaría por qué unas personas lo sufren y otras no.
La clave está en nuestro cerebro
¿Qué es lo que pasa en nuestro cuerpo cuando sufrimos un mareo? En esencia, la teoría más extendida hasta ahora es que el mareo en el coche y en otros medios de transporte se debe a un conflicto que se da en nuestro cerebro: “tus ojos ven movimiento, pero tú estás quieto; y se cree que ese conflicto es el que hace que nos mareemos”, dice el científico de la UAB, Albert Quintana, a El Confidencial.
Sin embargo, no se sabía exactamente cómo funcionaba este proceso. Ahora, el estudio firmado por científicos de la UAB y de la Universidad de Washington (EEUU) apunta a que ciertas neuronas, llamadas VGLUT2, desempeñan un papel fundamental en el mareo.
Estas neuronas, que se encuentran en el sistema vestibular (en el oído interno), son cruciales para mantener el equilibrio y nuestra postura, además de “ajustarla en el espacio y en el tiempo”. Cuando se ven alteradas o inhibidas, se da una falta de coherencia con las señales que reciben de nuestros sentidos y su actividad se modifica, lo que lleva a que nos mareemos.
Los investigadores señalan más concretamente a un subtipo de estas neuronas que segregan una hormona llamada “colecistoquinina” (CCK), que cumple con el importante papel de neurotransmisor dentro del sistema nervioso e interviene en la digestión y en el apetito, “generando la sensación de saciedad que nos indica que no debemos comer más”. Así, una de las consecuencias del mareo suele ser el vómito.
El mareo como mecanismo evolutivo y su posible solución
Curiosamente, el mareo en el coche y en otros medios de transporte es el resultado de un mecanismo evolutivo.
Según Quintana, “en la naturaleza, ese conflicto entre el sistema visual y el sistema de equilibrio que acaba en mareo se produce si tomas un alimento tóxico”. Entonces el mareo actúa como un mecanismo de prevención, provocando náuseas y vómitos para eliminar lo que podría ser dañino.
Hoy en día ese proceso se activa inducido por nosotros mismos en determinados medios de transporte o en otros escenarios como la realidad virtual, por ejemplo.
¿Y por qué unas personas se marean y otras no? Los científicos sugieren que la genética puede desempeñar un papel importante: algunas personas pueden tener neuronas más resistentes a las alteraciones o más receptores de CCK, lo que las hace menos propensas al mareo.
Como solución, los investigadores apuntan directamente a un medicamento que ya existe: "Devazepida", aprobado en su día para problemas gástricos como la dispepsia, tras superar con éxito los controles de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA).
Tras sus primeros ensayos, los investigadores concluyen que este medicamento bloquea la acción de la hormona CCK, que es expresada por las neuronas vestibulares responsables del mareo. Al bloquear esta sustancia, se pude prevenir o evitar que se desencadene el mareo.
A diferencia de otros medicamentos contra el mareo más populares, este fármaco no provoca somnolencia, lo que lo convierte además en una opción más eficaz y cómoda. Este descubrimiento, además de prometer alivio para todo aquél que sufre mareos al viajar en coche o en barco, abre nuevas vías de investigación sobre el funcionamiento del cerebro.
También sugiere que el descubrimiento de devazepida podría tener aplicaciones más allá: como de cara a la realidad virtual o quizá también para cuando en un futuro, seamos pasajeros en coches autónomos.