El Gobierno británico ha sido uno de los primeros en anunciar que regulará el uso de vehículos semiautónomos por las autopistas del país.
Los primeros vehículos equipados con los sistemas de mantenimiento de carril automatizados (ALKS por sus siglas en inglés) podrían empezar a circular por las vías públicas a finales de este año, pero con algunas restricciones.
Ojo con la palabra "autónomo"
Según ha anunciado el Departamento de Transporte británico, el primer paso hacia la regulación de los coches autónomos está en los denominados ALKS (Automated Lane Keeping System).
Motorists could soon be using self-driving vehicles on British roads, making future journeys safer, easier, greener and more reliable. 🚘
— Department for Transport (@transportgovuk) April 28, 2021
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Diseñado para usarse con tráfico lento, su uso se permitirá a una velocidad máxima de 60 km/h, tal y como establece la ONU.
Este sistema, cercano a un nivel 3 SAE, permite que un vehículo conduzca de forma autónoma dentro de un solo carril y controle los movimientos laterales y longitudinales, mientras mantiene la capacidad de devolver el control al conductor cuando sea necesario.
En este nivel los conductores ya no necesitan mantener las manos en el volante, pero deben poder recuperar el control dentro de un período de tiempo definido si así se lo solicita el sistema de mantenimiento de carril.
Así, el reglamento aprobado por la ONU incluye la obligación de los fabricantes de automóviles de introducir sistemas de reconocimiento de disponibilidad de conductores.
Estos sistemas controlan cada 30 segundos tanto la presencia del conductor (que debe estar con el cinturón de seguridad abrochado) como la disponibilidad del mismo para recuperar el control.
El gobierno británico cree que la tecnología podría mejorar la seguridad vial al reducir el error humano, "que contribuye a más del 85 % de los accidentes", y generar empleo.
Desde las compañías de seguros han advertido que tanto los fabricantes como los reguladores deben dejar claro a los consumidores -para evitar accidentes- que no se trata de un sistema de conducción autónoma, y que la atención del conductor sigue siendo vital.
"Aparte de la falta de capacidades técnicas, al llamar a ALKS 'automatizado', nuestra preocupación también es que el gobierno del Reino Unido está contribuyendo a la confusión y al frecuente uso indebido de los sistemas de conducción asistida que, lamentablemente, ya han provocado muchas muertes trágicas", ha dicho Matthew Avery, director de investigación en Thatcham Research, que ha probado los sistemas ALKS.
En el nivel 2 es donde se mueven el Autopilot de Tesla, el Traffic Jam Assist de Audi y Acura, el Super Cruise de Cadillac, el Driving Assistant Plus de BMW o el ProPilot Assist de Nissan.
Un paso por encima encontramos nuevas propuestas como el BlueCruise de Ford (que aterrizará primero en EEUU), el Honda SENSING Elite o Mercedes-Benz y su nuevo Clase S, pero en el caso de la berlina alemana no llegará a otras carreteras europeas hasta 2022.
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