El fabricante japonés envuelto en uno de los mayores escándalos del sector automovilístico sigue dando de qué hablar. Ford, informada por Takata, ha llamado a revisión a cerca de 32.000 vehículos en Estados Unidos para reemplazar sus airbags, los cuales presentan problemas de inflado. La llamada afecta a los modelos Ford Edge de 2016 a 2017, Licoln MKX de 2014 A 2017 y Licoln Continental de 2016 a 2017.
Hace unos días Takata se declaraba culpable formalmente ante tribunal de Detroit de defraudar a compañías de automóviles y a ciudadanos estadounidenses por instalar airbags defectuosos en unos 42 millones de vehículos en Estados Unidos. El fabricante llegó a un acuerdo el pasado 13 de enero por el que se comprometía a abonar 1.000 millones de euros en multas y compensaciones, mientras que el proceso de llamadas a revisión se alargará en el tiempo.
Antes explotaban, ahora no se inflan
Esta vez no se trata del fallo de seguridad que producía que los dispositivos se fracturaran al entrar en funcionamiento, lesionando gravemente a los ocupantes. Según Ford, Takata les ha avisado de que los airbags frontales del lado del conductor instalados en estos modelos no se inflan adecuadamente. Puede ocurrir también que, al entrar en funcionamiento, se separen del módulo del airbag, lo que incrementa el riesgo para el conductor.
Los dispositivos serán reemplazados sin coste para los consumidores. De momento, la marca del óvalo no tiene conocimiento de ningún accidente o heridos relacionados con este problema de seguridad. Por otra parte, la portavoz de la compañía, Elisabeth Weigandt, ha declarado que Ford sigue instalando airbags Takata en los nuevos modelos, aunque contienen un componente que evita que los dispositivos exploten. Tal y como informa Automotive News, los vehículos llamados a revisión cuentan con este dispositivo.
Horas después de que el fabricante japonés declarara formalmente su culpabilidad, The New York Times se hacía eco de una demanda en la que se afirma que al menos cuatro fabricantes sabían durante años que los airbags de Takata eran peligrosos, pero siguieron usándolos para ahorrar costes. Las alegaciones se centran en Honda, que lo ha negado, Ford, Nissan y Toyota, que aún no se han pronunciado (también menciona a BMW).
Este documento, elaborado por la defensa de las víctimas con la propia documentación de los fabricantes, cambiaría las tornas, ya que dejarían de ser víctimas del engaño para pasar a ser cómplices. Al menos 16 personas han fallecido a causa de los dispositivos, la mayoría en vehículos Honda. El coste total de sustitución de todos los airbags se estima que ascenderá a 7.600 millones de dólares.
Vía | The Detroit News
Foto | Alexauto321
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