Aun a pesar de que fue sobradamente anticipada por los meteorólogos, la masa de polvo africano en suspensión que cubre España ha pillado por sorpresa a muchos conductores, quienes se ven obligados estos días a retirar las finas capas de arena y barro de sus coches aparcados en la calle.
Pero igual de importante que retirarla para ver correctamente al conducir, es conocer qué componentes de nuestro automóvil pueden verse más afectados por su acumulación. Y los filtros son los grandes protagonistas.
Revisarlos para evitar males mayores
Tanto el filtro de aire del motor como el dedicado al habitáculo pueden terminar recogiendo grandes cantidades del polvo presente en el ambiente. Por ello como explican desde Euromaster, es conveniente revisarlos una vez termine esta anomalía climática.
En el caso del filtro del habitáculo la mejor medida de prevención es mantener lo más limpia posible la parte inferior del parabrisas, que es donde suelen ubicarse (bajo tapas o rejillas) las tomas de aire que llegan hasta el interior.
Aun así, parte del polvo que retiremos puede caer y llegar hasta el filtro, que suele localizarse en las cercanías de esta zona. Si se obstruyera, esta suciedad puede perjudicar el flujo de aire en el interior del coche, dificultando el trabajo de una climatización que tardará más en lograr la temperatura deseada.
Y no sólo la temperatura: también, con la llegada de las lluvias y el aumento de la humedad en el aire, la función de desempañado es menos eficaz con el filtro obstruido. Ello implica tardar más en recuperar la visibilidad, lo que aumenta el riesgo de accidentes.
En el caso del filtro de aire del motor, el polvo presente en el suelo puede ser aspirado por la toma de aire de la admisión, que suele encontrarse cerca del extremo inferior del frontal. Una gran cantidad de esta arenilla puede obstruir el filtro, lo cual afectará al rendimiento del motor y elevará su consumo.
Si no se reemplaza el filtro a tiempo esta obstrucción puede provocar un fallo en el mismo, permitiendo que la arena entre a puntos críticos como el sistema de inyección o las cámaras de combustión, con impredecibles y costosas averías como consecuencia.
Por último, es conveniente recordar que el parabrisas es otro de los principales afectados por la calima. Y que para limpiarlo adecuadamente y evitar rayaduras en el cristal, lo mejor es lavarlo con agua abundante (escobillas del limpiaparabrisas incluidas) antes de emprender la marcha.
Foto | Euromaster
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