La empresa japonesa productora de los airbags defectuosos que costaron la vida a varias personas y han afectado a millones de vehículos en Estados Unidos, continúa dando portadas. Cientos de miles de BMW han sido llamados a revisión por un defecto en sus airbags fabricados por Takata. En total, 32 firmas se han visto afectadas por el escándalo.
Los modelos que han sido retirados corresponden al Serie 3, y según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA), ha recibido quejas por parte de clientes sobre los airbags en sus vehículos. Los modelos afectados corresponden a los fabricados entre el 2000 y el 2013. La NHTSA han comunicado a los afectados que no es necesario que dejen de conducir dichos modelos a no ser que el conductor no se sienta seguro al volante. Visto lo visto, mejor no arriesgarse.
El fallo se da, especialmente, en los airbags delanteros que, en condiciones de excesivo calor, pueden estallar de forma violenta y lanzar trozos metálicos de la caja donde se almacena la bolsa protectora, pudiendo ocasionar graves heridas al conductor o pasajero, e incluso la muerte como se ha dado en varios casos.
Hace un año ya se llamaron a revisión 840.000 vehículos de la firma alemana para que se sustituyera el airbag del conductor, en esta ocasión los vendidos entre 2006 y 2015 y que iban desde el Serie 1, Serie 2 y Serie 3 hasta los X1, X3, X5 y X6. Según datos de la NHTSA, ya se han reparado un total de 47.395 airbags del lado del conductor (pueden parecer muchos pero solo constituye el 3,95%) y 219.474 del lado del pasajero (33%), lo que hacen una suma de casi 267.000 airbags solo de BMW.
Los airbag de Takata basados en nitrato de amonio siguen circulando pese a las incesantes llamadas a revisión, y es que solucionar un defecto que afecta a 42 millones de vehículos solo en Estados Unidos no se consigue de la noche a la mañana.
De la A a la Z: las marcas afectadas
A principios de este este año, la compañía Takata acordó con el Departamento de Justicia de los Estados Unidos la admisión de culpabilidad por la venta de airbags defectuosos y se estipuló el pago de una multa por valor de 1.000 millones de dólares (940 millones de euros). El escándalo se ha saldado con 16 muertes confirmadas y más de 150 heridos a nivel global.
La multa se desglosa de la siguiente manera: 25 millones de multa, 125 millones para las víctimas y 850 millones a los fabricantes.
Las marcas afectadas, que han ido aumentando en número con el tiempo, son: Acura, Audi, BMW, Cadillac, Chevrolet, Chrysler, Daimler (camiones y furgonetas), Dodge/RAM, Ferrari, Fisker, Ford, GMC, Honda, Infiniti, Jaguar, Jeep, Land Rover, Lexus, Lincoln, Mazda, McLaren, Mercedes-Benz, Mercury, Mitsubishi, Nissan, Pontiac, Saab, Subaru, Scion, Tesla, Toyota y Volkswagen. La NHTSA ofrece una lista de cada modelo afectado en su página web.
El nitrato de amonio
El fallo del dispositivo reside en que cuando el vehículo choca en un siniestro y el airbag entra en funcionamiento, la pieza defectuosa del activador del airbag se rompe de una forma no prevista por sus diseñadores, fragmentándose en pequeños trozos metálicos que, una vez que se impulsan con la fuerza del dispositivo pirotécnico, se convierten en una peligrosa metralla que causa graves daños a las personas.
Entre los años 2000 y 2015, Takata produjo de 260 a 285 millones de infladores basados en el nitrato de amonio como agente explosivo. De ellos, la mitad aproximadamente se han montado en vehículos comercializados en los Estados Unidos, procedentes de las plantas que Takata tiene en Monclova (México) y en los estados de Georgia y Washington.
De momento, no hay datos que determinen que los 230.000 BMW llamados a revisión hayan sufrido algún tipo de accidente, pero sabemos que el problema de los airbags defectuosos de Takata podría guardar relación con el uso del nitrato de amonio.
Fuente | NHTSA
En Motorpasión | Todo sobre el caso Takata | Los airbags Takata y el escándalo de los 90 millones de llamadas a revisión por un defecto mortal | 1.000 millones de dólares de sanción para Takata, mientras el número de víctimas sigue creciendo