La marca japonesa pone al día su Toyota Avensis, que ha sido modificado en muchos aspectos, aunque los cambios no hayan sido profundos. Ahora tiene nuevos motores, un aspecto diferente en el interior y en el exterior, y un comportamieto dinámico mejorado, del que os hablaremos en la próxima parte.
Lo más destacable de todos estos cambios es que se han hecho en la buena dirección. Hay ocasiones en las que las marcas renuevan sus modelos pero no consiguen corregir los fallos que tenía el modelo precedente, ya sea porque no están de acuerdo en lo que otros consideran un error, o porque se centran en mejorar o cambiar otros aspectos del vehículo.
En este caso creo que Toyota no se ha dejado casi ningún fallo sin pulir, aunque esto no significa que hayan conseguido ni mucho menos eliminar por completo estos defectos. Es por esto por lo que creo que globalmente, el nuevo modelo es sensiblemente mejor que el anterior.
Novedades en el exterior y el interior
El Toyota Avensis tenía hasta ahora un aspecto bastante conservador, tanto por dentro como por fuera. Hay personas que pueden valorar que sea así, pero a muchos nos parecía algo anodino. Con los cambios realizados se ha buscado que el coche tenga más personalidad, y que sea más identificable.
De hecho estrena un nuevo estilo de diseño que posteriormente irán adoptando los nuevos modelos de Toyota. Los principales cambios se pueden observar en la parrilla frontal (de nuevo diseño) y los faros delanteros, que son algo más angulosos.
Por detrás apenas cambian elementos. Si nos fijamos con detenimiento, veremos que la línea del parachoques que une los elementos reflectantes más cercanos al suelo es diferente. Aunque no ha cambiado mucho, el resultado es bastante bueno, y ahora parece un coche dinámico en términos de diseño.
Si observamos el interior veremos pequeños detalles nuevos, que sin ser grandes novedades, han conseguido mejorar la sensación de calidad percibida. En concreto hay nuevos plásticos de mejor calidad, y se han añadido algunos cromados y acabados gomosos en zonas de tacto frecuente.
Además la iluminación posterior del cuadro de mandos es ahora blanca en lugar de ámbar, y ciertamente mejora la visibilidad. Como digo no es que sean grandes cambios, pero al entrar en el coche ahora parece de mejor calidad, y como decía al principio, se han hecho en la buena dirección.
No obstante, como también adelantaba, a pesar de estos cambios, creo que el Toyota Avensis sigue estando un paso por detrás en el interior respecto a algunos de sus competidores. En las versiones más básicas (en las más caras en menor medida), la sensación de calidad no es del todo satisfactoria.
Digo esto porque su diseño tan conservador, y su falta de pequeños detalles que le den algo de lustro al habitáculo, hacen que parezca un coche menos lujoso de lo que realmente es. A esta sensación contribuyen un cuadro de mandos muy simple (con dos pantallas con un definición por debajo de la de sus rivales), la ausencia de salidas de aire para las plazas traseras y una iluminación de los botones algo deficiente.
De hecho, la mala definición de la pantalla superior del cuadro de mandos dificulta su lectura cuando, por ejemplo, queremos ver el consumo instantaneo, que se indica con un gráfico de barra sin la suficiente precisión como para que sea mínimamente útil.
La calidad de los ajustes sigue siendo muy buena, y no encontraremos malos detalles en zonas más escondidas. Da igual qué toquemos, nada cruje o se mueve con imprecisión. Un ejemplo de esto es lo bien que se desliza la tapa del reposabrazos central, que oculta un hueco de gran capacidad donde podremos guardar diversos objetos (el freno de mano electromecánico, de serie, ahorra mucho espacio).
¿Y el puesto de conducción? Pues depende de la versión que estemos probando, porque la diferencia entre los asientos es grande, y esta condiciona en gran medida nuestra comodidad. Las versiones Comfort y Advance tiene ahora unos asientos con un mejor apoyo lateral (el principal fallo de los anteriores), pero una vez más, y casi como una constante en este coche, aunque las mejoras son en la buena dirección, no siempre han sido suficientes.
Para mi gusto, aunque los asientos son cómodos, y han mejorado, no acaban de recoger bien el cuerpo en una carretera revirada. Sin embargo, los asientos de las versiones Excutive me han gustado mucho. Gracias a las regulaciones eléctricas, su mullido y su forma, recogen suficientemente el cuerpo dejando a la vez cierta libertad de movimientos, y además sujetan toda la espalda, quedando los reposacabezas en una posición casi perfecta.
A pesar de esto, lo cierto es que no podemos decir que el puesto de conducción sea malo, todo queda a mano y es fácil encontrar la postura adecuada gracias a unas regulaciones amplias independientemente del tipo de asiento que estemos usando.
Habitabilidad interior y capacidad de carga
El espacio del que disfrutarán los ocupantes de un Toyota Avensis es, como ocurre en muchos de sus competidores, escaso para cinco personas, más por anchura que por espacio para las piernas en el caso de los ocupantes traseros, pero sin embargo, puede ser una buena elección para aquellos que pretendan usar todas las plazas.
Digo que esto por que el suelo del vehículo es completamente plano, y el pasajero central irá mucho más cómodo, y además no invadirá con las piernas el espacio rerservado para los otros dos pasajeros.
Respecto al maletero, de 509 litros en la versión Sedán y 543 litros en la Cross Sport, podemos decir que tiene en el primer caso una boca de carga amplia y un espacio no muy aprovechable. Además, faltan en el caso de la carrocería Sedán elementos de sujección para objetos, cosa que no ocurre en la carrocería familiar.
En la próxima parte nos ocuparemos del comportamiento dinámico del Toyota Avensis con el motor 2.0 diesel de 124 CV y del equipamiento, precios y descuentos promocionales para España.
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