Hace ya dos décadas, en el Salón de Ginebra de 1999, nacía un mito dentro de la gama del icónico nueveonce. El Porsche 911 GT3 se presentaba como una versión de circuito ideada para la carretera (con un motor heredado del GT1 de Le Mans), cuyo desarrollo estuvo a cargo de Porsche Motorsport y de leyendas como Walter Röhrl.
Desde entonces el Porsche 911 GT3 no ha parado de evolucionar, siendo cada vez más rápido y preciso, pero ha mantenido los rasgos distintivos que hoy en día hacen de él una auténtica joya para los más puristas, como el motor bóxer atmosférico, la caja de cambios manual y la tracción trasera.
Según el fabricante alemán, en la actualidad alrededor del 80 % de todos los 911 GT3 fabricados siguen siendo pilotados en circuito de manera habitual. Y es que para eso precisamente fue desarrollada esta versión, que a lo largo de los años ha ido heredando soluciones y tecnología del mundo de la competición a través de Porsche Motorsport.
De 'Race Sport' (RS) a GT3
Para Porsche, el 911 GT3 presentado a finales de siglo pasado fue el sucesor espiritual del mítico Porsche 911 Carrera RS 2.7 "cola de pato" de los años setenta. Por primera vez, se dejó a un lado la denominación RS o 'Race Sport', optando por GT3, en referencia a la categoría de competición en la que participarían las variantes de carreras del nuevo modelo.
El primer GT3, basado en la generación 996 del nueveonce, escondía un 3.6 litros bóxer de seis cilindros, atmosférico y refrigerado por agua -novedad introducida en 1997 con el lanzamiento del 996-, con una potencia de 360 CV y un cambio manual de seis relaciones (heredado del GT2).
Este motor M96/72 "Mezger" (por su artífice, el ingeniero Hans Mezger), cuyo diseño original fue heredado del 911 GT1 de Le Mans y contaba con lubricación por cárter seco, poco tenía que ver con los bloques bóxer de los 911 convencionales, y de hecho no tuvo el famoso problema del IMS de los motores M96 y M97. La leyenda del motor Mezger siguió viva hasta el 911 GT3 RS 4.0, y desapareció con la generación 991.
Además, el GT3 contaba con una suspensión rebajada en 30 milímetros y un equipo de frenos mejorado, y permitía variar diferentes ajustes en función del circuito en el que se quisiera rodar, como la geometría de los ejes, la relación de la caja de cambios, los muelles o las barras estabilizadoras. De manera opcional, la variante Clubsport añadía por ejemplo una jaula antivuelco integrada.
Las primeras unidades, con su característico alerón trasero fijo, salieron de Weissach en mayo de 1999, aunque antes incluso de su estreno en Ginebra el modelo ya había conseguido rebajar la barrera de los ocho minutos en Nürburgring Nordschleife, con Walter Röhrl al volante. Quizá no suene demasiado impresionante hoy en día, pero sí lo era en la época.
Evolución constante
Unos años después, en 2003, Porsche decidió mejorar el motor bóxer, llevando la potencia máxima hasta los 381 CV gracias al uso del sistema VarioCam de distribución variable. Además, esta actualización introdujo por primera vez la opción de los frenos carbocerámicos o PCCB (Porsche Ceramic Composite Brake).
Tres años después, en 2006, llegaba el Porsche 911 GT3 basado ya en la nueva generación del 911, el 997, y la potencia del bloque de seis cilindros aumentó hasta los 415 CV. El modelo estrenó también la suspensión activa PASM (Porsche Active Suspension Management).
Ya en 2009, en Porsche se vieron obligados a aumentar la cilindrada del motor bóxer para poder exprimir aún más potencia. En este punto llegó el motor 3.8 litros bóxer, también atmosférico, pero con una potencia máxima de 435 CV. El modelo también gozó de un importante avance en materia de aerodinámica, ya que el nuevo alerón y los bajos carenados permitieron duplicar la carga aerodinámica de su predecesor.
Para celebrar el 50 aniversario del Porsche 911, Porsche introdujo en 2013 una nueva generación del GT3 (991), también en el Salón de Ginebra, esta vez con nuevo chasis, nueva carrocería, nuevo motor y nueva caja de cambios. Montaba un 3.8 litros bóxer atmosférico de 475 CV, asociado por primera vez a la caja automática PDK de doble embrague y al eje trasero direccional.
Este Porsche 911 GT3 de 2013 consiguió marcar un tiempo en el Ring de 7 minutos y 25 segundos, más de medio minuto de ventaja frente al GT3 original de 1999.
El último miembro de la familia GT3 llegó en 2017 y es sin duda el más espectacular de todos a nivel de cifras. La marca introdujo un motor atmosférico 4.0 litros bóxer de seis cilindros con una potencia máxima de 500 CV. Además, se ofreció una caja manual de seis marchas como alternativa al cambio PDK y también una más discreta versión Touring Package, sin el alerón trasero fijo.
Ahora una nueva generación del mítico 911 GT3 está en camino (con una evolución del motor 4.0 litros del 718 Cayman GT4 y el 718 Boxster Spyder ) y, mientras esperamos su presentación y su tiempo en Nürburgring, cabe apuntar que el actual logró marcar un tiempo en el Infierno Verde de 7 minutos y 12 segundos, por delante del más potente 911 GT2 RS de 620 CV (7:18) o el espectacular y exclusivo 911 GT3 RS 4.0 (7:27).