El Porsche 911 (992) GT3 RS, desarrollado para el circuito, pero utilizable también en carretera, promete ser el 911 definitivo de la gama. Después de meses de espera, Porsche ha anunciado que se presentará el 17 de agosto a las 17:00 horas.
De momento, el fabricante alemán no ha desvelado ninguna información técnica sobre el deportivo y se ha limitado a publicar nuevas fotos de los prototipos y su espectacular fisonomía.
Viéndolas, no hay duda. Es un coche desarrollado con un sólo objetivo en mente: reventar todos los cronos posibles y ser el 911 con matrícula más deportivo que pueda uno imaginar.
Las fotos se acompañan de una breve cita de Andreas Preuninger, responsable de la gama GT en Porsche, y el máximo responsable del desarrollo de todos los Porsche con sello GT o RS desde hace más de 20 años.
"El nuevo 911 GT3 RS está aún mejor preparado para su uso en circuito que sus predecesores. El motor bóxer de seis cilindros y 4.0 litros, de altas revoluciones y rápida respuesta, tiene una potencia aproximada de 500 caballos y ha demostrado ser ideal tanto para trackdays como para carreras cliente. Por eso nos hemos centrado principalmente en la aerodinámica y el chasis en el desarrollo del nuevo 911 GT3 RS”.
Andreas Preuninger es algo más que un ingeniero, en sus inicios en Porsche, fue también instructor de pilotaje en la escuela de conducción de la marca, mucho antes de llegar al frente del departamento de los Porsche GT. Sabe de primera mano qué quieren los clientes y cómo ha de comportarse un deportivo.
Las fotos publicadas por Porsche confirman el trabajo efectuado en la aerodinámica, ya que se pueden ver enormes tomas de aire en el capó (incluso más grandes que las del 911 (991) GT3 RS de 2018) y un alerón simplemente gigantesco.
La potencia, que se queda en torno a los 500 CV, puede decepcionar a algunos, ya que el 991 GT3 RS Fase 2 ofrecía 520 CV. En todo caso es probable que los ingenieros de Porsche hayan maximizado la relación peso-potencia, más importante que la potencia bruta en un coche de carreras.
La saga de los 911 RS
En 1972, Porsche lanzó un modelo un modelo especial del 911. Aligerado y más potente, se distinguía por un parachoques delantero con spoiler integrado y un alerón apodado “cola de pato”, el Porsche 911 Carrera RS 2.7. Cuando llegó al mercado se convirtió en el coche de serie más rápido de Alemania.
Con este modelo, concebido como un coche de carreras homologado para la carretera, el fabricante alemán tenía una idea en mente: hacer brillar a Porsche en los campeonatos de GT.
Para ello, los coches inscritos debían producirse en pequeñas series. Los 500 coches necesarios para esta homologación se vendieron como churros y Porsche acabó produciendo más de 1.000 unidades del 911 RS 2.7.
A lo largo de las generaciones del 911, la denominación RS reapareció en el 911 SC (1984), el 911 3.6 (1991), el 3.8 y, a partir de 1995, en el 911 tipo 993. No fue hasta 2003, con el 911 (996), cuando a la denominación RS se sumó la de GT3. En ese momento, su motor de 3.6 litros ofrecía 381 CV.
Hoy, el linaje continúa con la inminente llegada del 911 (tipo 992) GT3 RS. En un par de semanas, sabremos más acerca del último descendiente de tan ilustre linaje.