Los pasados jueves y viernes, con el Salón del Automóvil de Madrid como marco perfecto, la multinacional 3M (conocido por fabricar desde los útiles post-it hasta fonendoscopios pasando por una larga lista de productos para múltiples campos que tardaríamos demasiado tiempo en nombrar) celebró la final del 3M Master Painters. Una final que contó con una auténtica estrella como jurado, Chip Foose.
El 3M Masters Painters es una competición, auspiciada por 3M y por su lar lista de productos para la industria de la automoción, que coronó al mejor pintor de carrocería de España y Portugal. Los cinco pintores elegidos salieron de una primera fase en la que con un vídeo mostraban sus habilidades a la hora de enmascarar, lijar, pintar y pulir un vehículo a reparar.
El jueves, los cinco pintores seleccionados (Raúl Gracia de Zaragoza; Pedro Miguel Santos Junquera de Portugal; Manuel García Sánchez de Huelva; Eduardo Lancho y David Redondo de Madrid) se midieron un una semifinal pintando una aleta y una rejilla siendo escogidos dos de ellos para la final celebrada el 23 de mayo. Al día siguiente, los dos finalistas, dieron rienda suelta a su talento pintando un capot y siendo proclamado Eduardo Lancho como el mejor pintor de la península Ibérica. Tanto en la semifinal como en la final, los participantes contaron con cautro horas para completar todo el proceso.
El arte de Chip Foose
Aunque el 3M Master Painters era el acto central, la posibilidad de ver a Chip Foose dibujar en directo era una de esas oportunidades de las que no se tienen muchas en la vida. El genial diseñador norteamericano nos deleitó con su arte y su saber hacer con un bolígrafo, unos rotuladores y un buen puñado de plantillas...Se mire por donde se mire, arte en estado puro.
Quizás la mejor forma de definir el trabajo de Foose nos lo de un simple comentario. Blanca de la Fuente, responsable de Marketing de 3M Automoción, comentaba: "llevo una hora y media viéndole dibujar y me da la sensación de que lo ha hecho en cinco minutos".
El trabajo de Chip Foose se basa en la líneas simples y las capas. Cada uno de los trazos, cada una de las capas, como entidad no tendría demasiado sentido. Si las unes...tienes como resultado un maravilloso diseño.
De caracter afable, y siempre con la sonrisa en la cara, Chip Foose tuvo un detalle a la altura de su talento. Aunque uno de los premios para el ganador era un dibujo del propio Foose (aún no concibo como el ganador le pidió el genio de los Hot Rods y de los Muscle Cars dibujar un Ferrari F12), el de Santa Bárbara decidió que cada uno de los cinco semifinalistas se llevase a casa uno de los dibujos. Fue en uno de ellos, un Chevrolet Cámaro del 69, cuando pudimos ver a Foose trabajando concentrado y buscando retocar hasta el más mínimo detalle. En la galería de imágenes podéis ver parte del proceso.
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